Expertos de
Vithas Irenea –Instituto de Rehabilitación Neurológica de Vithas-, han recordado, con motivo de la celebración del
Día Mundial del Ictus, que el 15 por ciento de los accidentes cerebrovasculares se produce en menores, y que incluso pueden ser perinatales y producirse desde la semana 20 de gestación. De hecho, han resaltado que el 70 por ciento de ellos sufre
secuelas motoras, del lenguaje, epilepsia, alteraciones de comportamiento, dificultades en el aprendizaje o problemas en el desarrollo, entre otros déficits.
Carolina Colomer, directora clínica de Vithas Irenea, ha señalado que, “aunque de forma inicial, las alteraciones físicas son las más evidentes, tras sufrir este tipo de lesión cerebral, van a ser las secuelas cognitivas las que más van a
incapacitar al menor para su posterior reintegración a la vida diaria”.
De hecho, la
Sociedad Española de Neurorrehabilitación incide en que, a pesar de que la mortalidad asociada a los ictus pediátricos es un tercio menor que en adultos, la mayor esperanza de vida hace que las
consecuencias del daño cerebral se arrastren durante más tiempo, afectando significativamente a su calidad de vida y a la de sus familiares, lo que genera un
elevado coste emocional, social y económico.
Para minimizar el impacto del accidente cerebrovascular en niños, lo máximo posible, la unidad de Irenea en el
Hospital Vithas Valencia Consuelo recomienda disponer de un
diagnóstico precoz y de iniciar el
tratamiento de forma temprana. Y sus profesionales puntualizan que, como muchas de las alteraciones secundarias al daño cerebral son particularmente complicadas de detectar en pacientes pediátricos, es necesario que la valoración sea realizada por profesionales especializados en rehabilitación neurológica.
Los niños tienen más capacidad para compensar las lesiones del ictus
Por otro lado, Colomer ha subrayado que “como estamos hablando de niños, no debemos olvidar que cuentan con una gran plasticidad cerebral y que, por lo tanto, su sistema nervioso central tiene una
mayor capacidad para adaptarse y compensar lesiones, alteraciones estructurales o fisiológicas, si reciben una rehabilitación multidisciplinar, específica y de adecuada intensidad, puesto que todo ello optimizará sus posibilidades de recuperación”.
En niños,
el tiempo también es vida en este tipo de lesión cerebral. Por ello, desde la unidad de Irenea en el Hospital Vithas Valencia Consuelo subrayan la importancia de saber reconocer, lo antes posibles, sus señales de alarma. Recientes investigaciones indican que los motivos de consulta médica por los que se detectó un ictus hemorrágico, en menores de 15 años, estuvieron relacionados con el
dolor de cabeza o cefalea y el
descenso de conciencia. Mientras que, en el caso de los ictus isquémicos, las causas de su detección fueron las
dificultades del lenguaje y los
déficits motores unilaterales. Y, aunque la mayoría de ellos se produjo por factores de riesgo, como cardiopatías congénitas o enfermedades sanguíneas, un 10 por ciento lo sufrieron niños sanos y su causa fue desconocida.
Vithas Irenea cuenta con cinco centros en toda España -Vithas Sevilla; Vithas Valencia Consuelo; Vithas Aguas Vivas; Vithas Vinalopó y Vithas Vigo- y se encarga del
cuidado y tratamiento de adultos y niños que han sufrido daño cerebral u otras enfermedades neurológicas, de forma ambulatoria o con ingreso hospitalario.
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