Las acciones enfocadas a la
prevención del suicidio a nivel institucional son positivas y muy necesarias, pero aun así no son suficientes. Así lo confirman desde el sector privado; los
gabinetes psicológicos celebran la existencia de iniciativas como el teléfono 024, una línea de atención a la conducta suicida implantada por el Gobierno actual que, según datos del mismo, atendió,
durante su primer mes en funcionamiento, cerca de 15.000 llamadas, pero lo ven deficiente.
"Iniciativas como el 024 son positivas, aunque me temo que sigue siendo insuficientes. Debemos
poner más foco en la prevención", asegura Patricia Gutiérrez, codirectora de la clínica de psicología Centro TAP, a
Redacción Médica. Ángel Luis Guillén, director del Centro Psicopartner, también reconoce que "es muy positivo plasmar en acciones concretas el
plan realizado por el Ministerio de Sanidad sobre Salud Mental para 2022-2026", pero que aun así "se echa en falta un
abordaje integral del problema desde las diferentes instituciones". Asimismo, recuerda la necesidad de profesionales "formados y cualificados" en la Atención Primaria para establecer medidas eficaces de prevención del suicidio.
Sin capacidad para abordar el problema
Sobre la
capacidad actual del Sistema Nacional de Salud (SNS) de poder ayudar de manera efectiva en la prevención del suicidio, Amalia Juárez, del gabinete Psicólogos Pozuelo, comenta que, "tal y como funciona a día de hoy, no es capaz de abordar el problema con efectividad". "El tiempo de espera para ser atendidos por profesionales de la salud es muy largo y hay muchas personas que no pueden permitirse costear un tratamiento a través de la sanidad privada, por tanto, tienen difícil acceso a un profesional que les pueda ayudar", explica y denuncia que "las cifras actuales de profesionales están muy lejos de las que serían necesarias".
Tanto Ángel Luis Guillén como Patricia Gutiérrez coinciden en esta percepción: "El SNS no tiene la capacidad para abordar el suicidio de manera adecuada". Aun así, Patricia Gutiérrez deja una reflexión esperanzadora: "Sin duda estamos en el
principio del camino para crear recursos de alto impacto de prevención. Hace unos años hablar de salud mental era residual, ahora tras el periodo tan duro que hemos vivido con la pandemia hemos puesto en valor la salud mental".
"En los procesos de colaboración público-privada se pueden encontrar repuestas eficaces"
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La
colaboración público-privada puede ser una de las fórmulas para mejorar la capacidad de todos los agentes de prevenir el suicidio. Los tres profesionales coinciden en que la colaboración es compleja. Patricia Gutiérrez apunta que, aunque la fórmula no es sencilla "en los procesos de colaboración y cooperación se pueden encontrar respuestas eficaces” y recuerda que “en ambos sectores hay grandes profesionales, alta cualificación y formación". "La vía es llegar a consensos y acuerdos de prevención", asegura.
A la pregunta de qué herramientas echan en falta para poder abordar la problemática desde sus gabinetes, los profesionales coinciden en que
el suicidio necesita más concienciación, así como formar parte de la conversación pública. "El suicidio es la primera causa de muerte entre los menores de 30 años y aunque se están haciendo campañas de concienciación en este segmento se debería potenciar aún más a través de las redes sociales ya que es su medio de comunicación", reivindica el director del
Centro Psicopartner. Por otro lado, Patricia Gutiérrez apela de nuevo a la colaboración entre el sector público y privado. "Sería muy interesante crear un
canal de comunicación de interconsultas con todos los profesionales implicados en la salud mental de los pacientes, ganaríamos eficacia en los tratamientos y tendríamos la capacidad de prevenir el número de suicidio".
Necesidades "inmediatas" para la prevención del suicidio
Para terminar, los profesionales ponen de relieve algunas de las necesidades más inmediatas para poder abordar esta problemática de manera efectiva. Dentro de estas se encuentra la petición de establecer políticas de
identificación y prevención de conductas suicidas en el entorno laboral; la coordinación entre las instituciones, "pasando por los medios de comunicación", para "transmitir de forma responsable la información" y crear una conciencia real sobre el problema; y, tanto dotar de herramientas y de claves a aquellos otros profesionales que están cerca de la población, como profesores o educadores, como la formación específica de los profesionales sanitarios de atención primaria en salud mental. "Debemos
reivindicar mayor presupuesto para poder desarrollar los recursos óptimos para minimizar el impacto actual de muerte por suicidio", concluyen.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.