El Centro Médico Teknon, en colaboración con Gilete Spine Center, ha constituido la primera unidad dedicada al tratamiento quirúrgico de la hipermovilidad cráneao-cervical existente en Europa.
El objetivo de este nuevo servicio es ofrecer un diagnóstico y tratamiento quirúrgico de patologías como la malformación de Arnold-Chiari y la frecuentemente asociada inestabilidad cráneo-cervical en sus diferentes manifestaciones.
La fundación de la unidad es fruto de la colaboración de tres neurocirujanos, Bartolome Oliver y Emilio Ayats –de Oliver & Ayats Institute– y Vicenç Gilete –Gilete Spine Center– y la infraestructura hospitalaria del Centro Médico Teknon, en el que desarrollan su actividad. Los tres especialistas que forman la unidad cuentan con amplia experiencia y una formación específica en la patología del tejido conectivo, causa de la hipermovilidad, y en su tratamiento quirúrgico mediante técnicas mínimamente invasivas.
Se calcula que la incidencia de Chiari en la población general se sitúa entre el 0,1 y 1 por ciento y que el 13 por ciento de los casos presentan hiperlaxitud de las articulaciones con su principal manifestación, la inestabilidad cráneo-cervical. Según indican estos especialistas, “se conocen más de 50 enfermedades del tejido conectivo de carácter hereditario que se manifestarían por la inestabilidad cráneo-cervical entre otros síntomas”.
“La más conocida es el síndrome de Ehlers-Danlos, cuya forma más frecuente es el tipo hipermóvil. Este síndrome también se considera muy infradiagnosticado por lo que su frecuencia de 1 por 5.000 habitantes podría ser muy superior, incluso 1 por cada 200 habitantes, y de ellos como mínimo un 15 por ciento tendrían manifestaciones de inestabilidad cráneo-cervical”, asegura Bartolomé Oliver.
Diagnóstico especializado
Dentro del grupo de pacientes están los que se diagnostican por medios habituales (RM), por lo evidente de sus alteraciones, como es el caso del Chiari tipo I, Siringomielia, Impresión Basilar, etc. y otro amplio grupo que pasa desapercibido para estos métodos, “lo que ha permitido a la nueva unidad poner de manifiesto la elevada frecuencia de la hipermovilidad cráneo-cervical. Para detectar estos casos que pasan desapercibidos con los métodos habituales es fundamental la sospecha que debe mantener el médico ante unos síntomas tan heterogéneos”, afirma Bartolomé Oliver.
Tratamiento neuroquirúrgico
La neurocirugía es el único tratamiento disponible para corregir estas perturbaciones funcionales o detener la evolución del daño en el sistema nervioso central.
“La especialización de nuestra Unidad HCC, permite dar la respuesta apropiada a las diferentes patologías. Dependiendo de la sintomatología que presentan, la cirugía indicada puede ser en la descompresión de la unión bulbo-medular mediante craniectomía y duroplastia, cuando existe compresión, en la fusión cráneo-cervical, cuando existe inestabilidad de dichas articulaciones, en la odontoidectomía endoscópica transnasal o transoral, cuando hay compresión anterior del tronco cerebral o en la liberación de la médula y sección del filum terminale cuando hay médula anclada oculta o manifiesta así como en cualquier otra cirugía que sea precisa para la diversidad de alteraciones posibles asociadas a esta patología”, concluye Bartolomé Oliver.
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