Con la llegada del verano, es común la aparición de ciertas patologías y cuadros clínicos asociados a aspectos como el calor y la deshidratación. Este es el caso del cólico nefrítico, que consiste en la aparición de los cálculos urinarios, un problema que se acrecienta en verano ya que se forman debido a una falta de ingesta de líquidos en épocas de extremado calor.
“En verano, con el calor, es común que aumenten nuestras pérdidas de agua a través del sudor. El problema es que muchas veces no compensamos esa deshidratación con la ingesta de líquidos. Esto favorece que la orina se concentre y se produzca un aumento de la saturación de sales en la orina, generando estos cálculos también llamados litiasis o piedras”, explica el doctor Arturo Platas, jefe de la unidad Urología del Hospital Universitario Sanitas la Moraleja.
Dolores intensos en la zona del riñón
Uno de los síntomas principales de esta patología son los dolores intensos en la zona del riñón. Este dolor puede comenzar en la zona lumbar alta, es decir, en la espalda a la altura de las últimas costillas, e ir expandiéndose hacia el resto del abdomen con dirección al pubis. Si bien es cierto, este dolor suele producirse de manera repentina, es decir, tiene un comienzo brusco que muchas veces no permite anticiparse, según explica Sanitas en un comunicado.
“Asimismo, es posible que los cólicos renales generen una emisión de sangre con la orina y, en muchas ocasiones, mayor frecuencia al orinar o urgencia miccional”, señala Platas. Cabe destacar que la mayor parte de las personas orinan en torno a 5 o 6 veces al día, sobre todo durante el día.
Ante esta situación, una micción excesiva puede detectarse cuando el volumen de orina es normal, pero se tiene la necesidad de ir al baño más a menudo, algo que muchos pacientes descubren al tener que levantarse por la noche. Esto puede ir acompañado de una sensación de necesidad urgente de orinar.
Lo más importante es beber una mayor canrtidad de líquidos
“Para prevenirlo, lo más importante es beber una mayor cantidad de líquidos”, matiza Platas quién además añade que lo ideal es “conseguir beber una cantidad diaria de líquido que haga que la orina sea transparente y nada amarilla”. “Si llevamos esa pauta al día, lo más probable que es evitemos todo tipo de formación de cálculos renales”, asevera.
Asimismo, es recomendable no abusar de la ingesta de bebidas como el alcohol, los refrescos, las bebidas muy azucaradas o el café, sobre todo cuando el consumo de estos productos se hace sustituyendo al consumo de agua. Esto puede favorecer la aparición de los citados cálculos.
Por último, si se presentan algunos de estos síntomas, y ante la presencia de un cólico, Platas señala que es imprescindible acudir a un especialista donde se realizarán las pruebas básicas para la detención de este problema. Estas pruebas consisten en una analítica en sangre de orina, una ecografía y, en caso de necesidad, un TAC.
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