La activación normal del corazón se produce de arriba hacia abajo, es decir, desde las aurículas hacia la punta de los ventrículos. Cuando se
implanta un marcapasos, la corriente eléctrica que se produce es justamente la contraria, de abajo hacia arriba, y en ocasiones
origina una asincronía que puede afectar negativamente a la función contráctil del corazón. Aparece entonces la estimulación fisiológica que viene a mejorar la estimulación cardiaca convencional y que el
Hospital Universitario Sanitas La Moraleja ha empleado por vez primera con éxito en varios pacientes.
"La
estimulación fisiológica nos permite generar un latido artificial que replica la activación eléctrica de un corazón normal", explica Manuel Jiménez Mena, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital La Moraleja. "Esto es muy eficaz a la hora de prevenir el
deterioro de la función cardíaca que ocurre en un porcentaje significativo de pacientes portadores de un marcapasos convencional", añade.
En efecto, hasta ahora los marcapasos tradicionales se colocaban en la
punta del ventrículo derecho, dando lugar a un latido artificial que generaba una contracción asincrónica del corazón. Por el contrario, la estimulación fisiológica cambia el modo en el que el marcapasos activa el corazón. Esta activación es de arriba abajo, en la misma dirección que se produce la estimulación normal. "Si estimulamos la
rama izquierda del haz de Hiss, conseguimos la estimulación buscada, muy parecida a la normal del corazón, muy estable y prácticamente sin fracasos". En definitiva, la nueva técnica permite una
contracción del corazón más fisiológica a la vez que minimiza, sino elimina prácticamente, la posibilidad de que aparezca una disfunción ventricular,
una miocardiopatía ligada al funcionamiento del marcapasos.
Estimulación fisiológica para jóvenes
Muy beneficiosa para cualquier paciente que precise del implante de un marcapasos, la estimulación fisiológica es especialmente importante en aquellas
personas jóvenes que vayan a convivir con el dispositivo durante muchos años y requieran de estímulo ventricular durante gran parte del tiempo. "Se está demostrando que los resultados clínicos con este tipo de estimulación son muy buenos -añade Jiménez Mena-. Tanto es así que se está extendiendo su uso al
terreno de la insuficiencia cardíaca y actualmente podría suponer una alternativa a la resincronización cardiaca convencional, que implica tener que introducir un cable más en el corazón y utilizar generadores más complejos".
Con todo, no hay inconveniente alguno en que personas de edad avanzada puedan también aprovechar los beneficios de la estimulación fisiológica. "No hay exclusiones por razón de edad. Lógicamente, si la esperanza de vida es muy corta o
el riesgo de infección es muy alto durante la intervención, pues podemos optar por otras alternativas, como el marcapasos sin cables. Pero la estimulación fisiológica, que es además la más natural, siempre es posible llevarla a cabo".
La nueva técnica es muy
similar en el procedimiento asistencial y en la estancia hospitalaria a la implantación tradicional de cualquier otro marcapasos. Realizada por la Unidad de Arritmias, precisa de la intervención de un cardiólogo con experiencia en estimulación cardiaca y electrofisiología. A juicio de Jiménez Mena, supone el
fin de la disfunción ventricular izquierda por estimulación de marcapasos convencional. "Este problema queda solventado con la estimulación fisiológica", remarca.
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