Sanitas Dental ha elaborado una recopilación de algunos de los mitos sin peso científico más extendidos en el ámbito de la salud bucodental ya que "se trata de creencias de la salud tradicional y la gran mayoría son falsas, aunque con matices", según afirma Manuela Escorial, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental.
Según explica la compañía en una nota, la primera de estas falsas creencias es la de que masticar chicle sustituye al cepillado. Sin embargo, desde Sanitas señalan que las gomas de mascar sin azúcar contribuyen a aumentar el pH de la boca, con lo que se reduce considerablemente el riesgo de caries.
Comer una manzana verde no limpia los dientes, pues aunque comer fruta y verdura diariamente favorece una vida saludable, consumir manzana verde ácida después de una ingesta que incluya azúcares favorece una disminución del pH del medio bucal, lo que aumenta el riesgo de caries.
Sanitas también advierte de que la pasta de dientes no debe picar, puesto que si sus componentes son correctos no debe irritar. Asimismo, explican que no es normal que las encías sangren después del cepillado, puesto que indica que hay un proceso inflamatorio y es, por lo tanto, una señal de alarma.
El uso de bicarbonato para blanquear los dientes no está tampoco recomendado y afecta negativamente al esmalte, pese a la creencia popular que indica todo lo contrario. En este sentido, la compañía sanitaria también señala que las limpiezas dentales no son agresivas para el esmalte de los dientes.
Halitosis y cuidado bucodental
Sanitas Dental también incide en que los problemas de mal aliento no son siempre un síntoma de problemas gastrointestinales. De hecho, señalan que el 80 por ciento de los problemas de halitosis están relacionados con falta de higiene.
La compañía también indica que no es normal perder dientes con la edad, que las muelas de juicio cumplen una importante función, que los dientes de leche pueden tener caries y que los implantes dentales deben cuidarse y mantenerse de forma rigurosa, así como no considerarlos en ningún momento como auténticos dientes.
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