El Hospital Quirónsalud Sur ha celebrado una segunda charla dentro del programa de orientación para un mejor seguimiento del embarazo y cuidados del recién nacido que, en esta ocasión, ha estado dedicada a los ejercicios durante la gestación.
En la misma, Natalia Costas Ramón, matrona de Hospital Quirónsalud Sur, ha ofrecido a las futuras mamás asistentes y a sus parejas algunos consejos sobre cómo mantener una adecuada forma física durante el embarazo. Lo primero a tener en cuenta es realizar un análisis de la situación, preguntándose si se está preparado para el parto y una buena recuperación, si se está en buena forma física y qué debe hacerse para mejorar.
Adaptar el ejercicio a la gestación
Cuando una mujer está embarazada, es fundamental realizar una progresión adecuada del ejercicio, adaptándolo al momento de gestación o recuperación durante el postparto. La realización de ejercicio físico durante la gestación aporta una serie de beneficios, entre ellos favorece la salida del bebé y acorta el tiempo de parto, tanto en dilatación como en expulsivo; el bebé nace en mejor estado de salud y equilibrio psíquico; se da una menor percepción de esfuerzo durante el parto, tanto para la madre como para el bebé; disminuye estadísticamente los partos prematuros y postérmino; y la mamá gana menos peso graso y se recupera mejor tras el embarazo y el parto.
Además, existen otra serie de beneficios asociados, tales como que se produce una menor diastasis abdominal, reduce el malestar relacionado con el embarazo -como los dolores de espalda-, incrementa la autoestima y reduce la depresión postparto, el stress y la ansiedad, incrementa los niveles de energía, reduce la diabetes gestacional y la hipertensión arterial y aumenta la capacidad cardiovascular y aeróbica de la madre, así como la tolerancia muscular al esfuerzo.
Según ponían de manifiesto tanto Oteo como Natalia Costas, este último punto resulta fundamental, si tenemos en cuenta que el esfuerzo muscular durante el parto para la madre es similar al de correr una maratón; por eso nos encontramos en muchas ocasiones con mujeres al límite de su resistencia física durante el parto.
Respecto al tipo de ejercicio a realizar, es importante mezclar ejercicio cardiovascular con ejercicios de fuerza y flexibilidad, ya que se ha demostrado que reducen sensiblemente los riesgos del parto. En todo caso, siempre es necesario dejarse orientar por profesionales en cuanto al tipo de ejercicio a practicar y evitar deportes de impacto.
Finalmente, debe realizarse una adecuada planificación, especialmente para aquéllas mujeres no acostumbradas a su práctica regular. Puede comenzarse con un ejercicio cardiovascular de 20 minutos e irlo aumentando gradualmente hasta 45 o 60 minutos por día, comenzando por dos días a la semana y terminando en cinco.
Un último consejo para las futuras mamás sería “entre hacer y no hacer ejercicio, siempre hacer; una mujer embarazada no entrenada debe entrenar y una mujer embarazada entrenada no debe dejar de hacerlo”, concluye Natalia Costas.
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