El Servicio de Pediatría del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, en Sevilla, puntualiza un
aumento significativo, aunque común, de las consultas de urgencia pediátricas diarias durante la época estival
debido casos de impétigo, ya que, según
Rafael Espino Aguilar, jefe del Servicio, el impétigo es una de las
infecciones cutáneas por excelencia en verano, sobre todo entre los niños de dos a cinco años.
Asimismo, Espino Aguilar expone que el
aumento de las temperaturas origina modificación de los mecanismos de defensa de la barrera cutánea, lo que unido a la mayor actividad de los niños y el aumento de picaduras de insectos --que originan picor y lesiones de rascado--son factores que justifican este aumento de casos de impétigos. “La aparición de las lesiones
ocasiona gran preocupación en los padres, siendo el motivo por el que consultan de urgencia”, apostilla.
Por su parte,
Andrés Osuna Vera, pediatra del Hospital Quirónsalud Infanta Luisa, explica que el impétigo es una
infección superficial de la piel producida por bacterias que viven comúnmente en ella. Igualmente, Osuna precisa que el síntoma más destacable de esta infección es la aparición de costras amarillas; “empieza con una mancha o un granito rojo que
se transforma en una ampolla y que al romperse deja finalmente la costra. Su evolución suele ser buena y no produce cicatriz residual. Puede desarrollarse en cualquier parte del cuerpo, siendo especialmente
común en la cara, alrededor de la nariz, la boca y las orejas, aunque también se ve con frecuencia en los brazos y las piernas”.
Origen de la infección y tratamiento
En este sentido, los especialistas explican que el origen de esta infección tiene lugar cuando
se producen excoriaciones o pequeñas heridas de la piel, ya que al romperse la barrera cutánea se facilita la entrada a las bacterias que viven en ella. Al mismo tiempo, Osuna Vera detalla que hay que tener especialmente cuidado durante el verano ya que
los niños frecuentan playas y piscinas favoreciendo el juego y al estar con poca ropa son más proclives aún a lesionarse la piel, además de que la temperatura caliente del verano favorece también al crecimiento de estas bacterias.
“Para casos menos severos cuando las lesiones son pocas, leves y localizadas
se usan antibióticos tópicos en crema, en cambio cuando no hay mejoría con las cremas puede ser necesario un antibiótico vía oral”, subraya Osuna Vera, quien a su vez recalca que
el impétigo es muy contagioso, y que suele producirse por el contacto directo de la piel entre un enfermo con uno sano, matizando que una vez iniciado el tratamiento con antibióticos se estima que en 48 horas el afectado deja de ser contagioso.
En concreto, el doctor hace hincapié en recordar que dado que la infección entra por la piel
deben esquivarse las heridas y si estas ocurriesen es muy importante lavarlas bien con agua, jabón y aplicar lociones antisépticas. “En el caso de aparecer llagas debe evitarse el rascado y no compartir toallas u otros objetos con niños con lesiones activas”, concluye Osuna Vera.
Finalmente, Rafael Espino Aguilar aconseja que ante la aparición aguda de lesiones cutáneas en niños siempre se debe
consultar con un pediatra para una adecuada valoración clínica y un tratamiento dirigido a la causa de las mismas.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.