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Llega a España una nueva técnica que corrige la curvatura del pene

Quirónsalud utiliza un tratamiento mínimamente invasivo que dota de nuevo de elasticidad al miembro

El tratamiento consiste en inyecciones de colagenasa.

14 dic 2017. 17.20H
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POR REDACCIÓN
El Hospital Quirónsalud Valencia ha implantado una técnica que permite corregir la curvatura del pene. También conocido como enfermedad de Peyronie, este trastorno afecta a uno de cada diez hombres y su edad habitual de aparición está entre los 50 a los 65 años.

El tratamiento, mínimamente invasivo, consiste en inyecciones de colagenasa que consiguen mejorar la curvatura del pene, modificando la placa mediante la rotura de la misma y dotándola de elasticidad de nuevo. La terapia está basada en varios ciclos, cada uno de los cuales consta de dos inyecciones separadas entre ellas en una semana.

El ciclo se puede repetir pasados unos meses, evaluando previamente el resultado del anterior. La correcta inyección del producto en la placa es clave, "pero también lo son los ejercicios de rehabilitación que enseñamos al paciente y que debe comenzar tras la segunda inyección. Es con la combinación de esos tres elementos -colagenasa, correcta inyección y ejercicios- con la que conseguiremos optimizar el resultado", apunta el especialista.

Aunque el origen de esta enfermedad aún se desconoce, Ramón Rogel, especialista del Servicio de Urología de este centro sanitario, explica que "existen factores y condiciones que se han relacionado con su aparición, como los microtraumatismos sexuales, el tabaco, la diabetes, el consumo de alcohol, las alteraciones del colesterol y triglicéridos, y las cirugías abdominales o pélvicas".

Los hombres que la padecen suelen tener dificultades para la penetración, siendo las curvaturas más graves incluso un impedimento total para la misma. "Si la penetración se logra", añade el especialista, "la relación sexual puede resultar molesta para el varón o para su pareja". Aunque se trata de una condición habitualmente benigna, precisa un correcto diagnóstico y un tratamiento individualizado, sobre todo si existe una afectación en la calidad de vida sexual.

La ventaja fundamental de este tratamiento es su mínima invasión frente a otras soluciones basadas en técnicas quirúrgicas que implican una mayor agresión sobre el pene, por lo que cada vez está siendo más introducido en las consultas. "Aun así, debemos individualizar cada caso porque no todas las curvaturas de pene son subsidiarias de este tratamiento", concluye Rogel.

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