La
protección de datos es un aspecto fundamental en la era digital que atravesamos. Así, las instituciones sanitarias deben conocer la legislación que rige en España y saber cuáles son los peligros de incumplirla. En una jornada en Madrid organizada por la
Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) y
Alaro Avant, todos sus ponentes han subrayado la importancia de garantizar los derechos en este ámbito y han apelado a la proactividad para seguir mejorando.
Mar España, directora de la
Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), ha destacado que la
“responsabilidad proactiva” ha servido para crear guías y herramientas que se adapten a la peculiaridad de cada organización. “Es fundamental que la agencia sepa escuchar porque sino elaboraríamos guías divergentes de lo que está pasando en la actualidad”, ha reconocido.
En su intervención, ha avisado del riesgo que suponen
la inmediatez y la rapidez en los envíos de información. Y, en consecuencia, ha alertado de que
infringir la ley no solo conlleva una multa, sino también la cárcel. “No tenemos interés en sancionar, queremos que se cumpla el reglamento desde la
prevención y siguiendo el principio de la proactividad”, ha insistido.
En el caso concreto de la recogida y almacenamiento de
datos sanitarios, Mar España ha puntualizado que son
“una categoría especial” y éstos deben basarse siempre en
criterios científicos y clínicos. De este modo, ha advertido del peligro que supondría la difusión indebida de los mismos, provocando en el peor de los casos el
suicidio de una persona. “Hay que ser muy cautos”, ha incidido.
El
big data, la
inteligencia artificial, etc. son una oportunidad en la protección de datos y, en este sentido, la AEPD se ha mostrado dispuesta a “acompañar y flexibilizar” el reglamento con el objetivo último de
cuidar del paciente.
Confidencialidad y anonimato en las brechas de seguridad
Alberto Martín, director general de Alaro Avant, ha señalado por su parte que no es buena idea ocultar una
brecha de seguridad. De hecho, ha animado a comunicar esta incidencia a la autoridad correspondiente para solventar ésta lo antes posible y con mayor eficacia.
Asimismo, ha indicado que
la confidencialidad y el anonimato resultan “indispensables” para trasladar el riesgo que se ha detectado. “Es primordial salvaguardar la identidad del denunciante y las personas que están implicadas para el trato imparcial de la denuncia y
democratizar el trámite de la incidencia”, ha añadido.
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Alberto Martín, director general de Alaro Avant.
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