La visión es uno de los sentidos más importantes para el ser humano, y su deterioro puede impactar significativamente en la calidad de vida. A lo largo del tiempo muchas personas se enfrentan a
problemas visuales, que pueden ser de carácter leve o grave, y que suelen estar relacionados con el envejecimiento o los factores genéticos. Identificar las enfermedades más comunes que afectan a la visión es esencial para entender la importancia de la prevención y el tratamiento ocular adecuado. “Las enfermedades oftalmológicas más frecuentes son aquellas que derivan de los defectos de refracción como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo, así como otras relacionadas con la edad como la presbicia, la catarata, la degeneración macular y el glaucoma”, explica
Blanca Ferrández, oftalmóloga de
HLA Clínica Montpellier.
El diagnóstico temprano y preciso es fundamental para el tratamiento efectivo de las enfermedades visuales.
El papel que desempeñan los oftalmólogos es clave en la detección de estos trastornos, utilizando una combinación de exámenes clínicos, pruebas especializadas y tecnología avanzada para identificar problemas visuales.
Asimismo, entender cómo un especialista aborda el diagnóstico de las enfermedades oculares más comunes puede proporcionar una
perspectiva clara del proceso médico, desde los primeros síntomas hasta la confirmación del diagnóstico. “Lo primero de todo es preguntar al paciente sobre su sintomatología y sobre todo por sus antecedentes familiares de enfermedades oculares. A continuación, se lleva a cabo una evaluación de la agudeza visual con refracción, seguida de un examen de la parte anterior del ojo utilizando una lámpara de hendidura y la medición de la presión intraocular. Finalmente, se realiza una exploración del fondo de ojo. También podemos realizar pruebas más específicas, como
la tomografía de coherencia óptica, las cuales aportan mucha información del estado de la retina y del nervio óptico”, indica Ferrández.
Evolución de las enfermedades oculares
Muchas enfermedades oculares como el
glaucoma o la
degeneración macular pueden avanzar de manera silenciosa y sin síntomas evidentes en sus primeras etapas. Un diagnóstico temprano permite aplicar tratamientos que pueden frenar el avance de la enfermedad o, en algunos casos, revertir sus efectos.
“La detección precoz de enfermedades es de vital importancia para su control y mejora en el pronóstico. Existen enfermedades degenerativas como el glaucoma, en las que se produce un daño irreversible, por lo que una detección y tratamiento precoz de dichas enfermedades nos permitirá frenar su evolución”, añade la especialista.
El campo de la Oftalmología ha experimentado avances notables en los últimos años, principalmente gracias a la innovación tecnológica y al desarrollo de nuevos tratamientos que han permitido transformar la manera en que se diagnostican y tratan las enfermedades oculares. Como resultado, los avances recientes permiten a los oftalmólogos brindar di
agnósticos más precisos y terapias menos invasivas. Además, estos avances no sólo mejoran los resultados clínicos, sino que también ofrecen nuevas esperanzas para los pacientes con enfermedades oculares complejas. “La Oftalmología es un área en constante desarrollo, donde se crean nuevos tratamientos intravítreos para el control de la degeneración macular, lentes intraoculares multifocales, dispositivos de drenaje para el control de glaucoma, así como
mejoras en los dispositivos diagnósticos como los OCTs de nueva generación. Estos son ejemplos de las herramientas que disponemos para mejorar nuestra asistencia y por tanto la calidad de vida de nuestros pacientes”, señala Ferrández.
El seguimiento a largo plazo de pacientes con enfermedades oculares es crucial para garantizar un manejo adecuado y prevenir complicaciones futuras. En particular, muchas de estas afecciones como el glaucoma, las cataratas o la retinopatía diabética requieren una monitorización constante para evaluar la progresión de la enfermedad y ajustar el tratamiento según sea necesario. Gracias a los
avances en tecnologías de imagen y monitorización, los oftalmólogos pueden realizar seguimientos más detallados y personalizados. Por ello, entender cómo ha mejorado este seguimiento y qué tipo de controles periódicos son recomendados resulta esencial para mantener la salud visual a lo largo del tiempo. “Las visitas periódicas al oftalmólogo, especialmente a partir de los 50 años, son fundamentales para la detección temprana de problemas visuales, incluso antes de que se presenten síntomas evidentes.
El diagnóstico temprano permite tratar o controlar enfermedades oculares de manera más efectiva, reduciendo el riesgo de complicaciones graves. Además, en muchos casos, las enfermedades oculares son silenciosas, es decir, progresan sin generar síntomas notorios hasta que el daño es significativo”, explica la oftalmóloga.
Siguiendo unas determinadas recomendaciones se puede contribuir al mantenimiento de una visión saludable y prevenir problemas oculares en el futuro. Entre ellas “
es importante proteger los ojos de la radiación ultravioleta (UV), mantener una alimentación equilibrada y rica en vitaminas como la A, C, E, así como en minerales como el zinc, evitar el tabaco, usar
protección adecuada para los ojos en ambientes de riesgo, y mantener una buena higiene si se utilizan lentes de contacto. Además, es fundamental controlar enfermedades crónicas como la diabetes o la hipertensión, hacer ejercicio regularmente y evitar el uso excesivo de pantallas”, concluye la especialista.
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