El
seguro de salud se encuentra en un momento muy óptimo. No solo
suma 500.000 nuevos pacientes cada año, como viene haciendo durante los últimos ejercicios, sino que también está atravesando una transformación: ya no solo se trata de un "complemento" a la sanidad pública, sino que es
la primera opción sanitaria para muchos. Así lo ha asegurado este jueves
Javier Murillo, director de SegurCaixa Adeslas, quien ha apostado en avanzar en los principales retos que tiene hoy en día la sanidad, como es el envejecimiento.
"El seguro de salud
está viviendo un cambio de ciclo a efectos de la demanda de nuestros clientes y, además, estamos observando una percepción de la cobertura privada no tanto como complementaria bajo el concepto de doble aseguramiento, sino un creciente uso como primera opción de asistencia", ha explicado. Esto está relacionado, a su juicio, con la percepción de los sanitarios y con los í
ndices de respuesta del sistema público de salud.
Esta cuestión trae consecuencias directas en los resultados económicos del sector. En los últimos cinco años, el número de asegurados
se ha incrementado en más de dos millones de personas, un 20 por ciento más que antes de la pandemia. Este crecimiento ha impulsado el ramo a los 11.200 millones de euros en primas en el año 2021, con una tasa de crecimiento del 6,6 por ciento respecto al año anterior. Si se observan cifras más cercanas, el resultado es similar: los datos de abril de este año consolidan del 7,4 por ciento en relación con el ejercicio de 2023.
El seguro de salud, el "salario emocional" para el empleado
El
seguro de salud está muy implantado no solo en la sociedad en general, sino también dentro de las compañías, pues
ocho de cada diez lo ofrece. Es el
beneficio social más ofertado por las empresas, además del mejor valorado, tanto por los empleadores, como por los empleados. Estas son algunas de las conclusiones obtenidas del quinto barómetro de los seguros de salud de Adeslas, que ha sido presentado por
Guillermo Belenchón, managing director de Kantar Insights.
Javier Mira, presidente ejecutivo de
SegurCaixa Adeslas, ha incidido en esta cuestión: el 79 por ciento de las empresas que tienen menos de 250 empleados lo proporcionan y el porcentaje de aquellas que superan esta cantidad de trabajadores asciende al 88 por ciento. "Estas cifras demuestran que una abrumadora mayoría de los directivos se encuentra satisfecho con la decisión de contratar una póliza colectiva de salud", sostiene.
SegurCaixa Adeslas se ha convertido en un "socio de referencia", pues aúna al 42 por ciento de la cuota del mercado.
Además, influye en la
imagen corporativa de las empresas. "Ofrece claras ventajas para la empresa: hace que el clima laboral mejor, tiene consecuencias económicas si se reduce el absentismo y es una herramienta de negociación salarial. También es un catalizador de la fidelización del personal", ha explicado Belenchón. Mira ha destacado que esta apuesta empresarial por el seguro de salud "refleja con hechos" que la empresa pone a los empleados en el centro.
En cuanto a los empleados, los beneficios que les aportan, tal y como refleja el análisis, son de
distinta índole. En el ámbito económico les permite acceder a este servicio con un
precio más asequible y se puede incluir a familiares de la misma manera. Sin embargo,
es más una cuestión de emocional: "Para el trabajador, el seguro de salud forma parte del salario emocional", ha detallado el directivo de Kantar. También es un "elemento decisor" para que la persona se decante, o no, para elegir un puesto labora.
La
inteligencia artificial y el
bienestar emocional son otras de las cuestiones abordadas de este estudio, cuya edición anterior fue presentada en 2021. "El 70 por ciento de las compañías reconoce que el bienestar emocional tiene un impacto desde el punto de vista social, con las bajas por estrés; económicas, en términos de productividad; y organizativo, para suplir las bajas", ha añadido Belenchón.
Los retos del sector asegurador de salud
En este evento, los directivos de SegurCaixa Adeslas han puesto el foco en los
retos a los que se enfrenta el sector asegurador. El primero de ellos es el envejecimiento de la población, impulsado por una mayor esperanza de vida y una tasa de mortalidad y descenso, junto con el
aumento de la cronicidad, lo que incrementa “significativamente” la demanda de servicios sanitarios.
“Este fenómeno nos exige una
planificación y una estrategia de adaptación constante en el tiempo para satisfacer las necesidades de una población que vive más, pero requiere más cuidados”, detalla Murillo.
La mayor concienciación por la salud también impulsa una demanda de más y mejores servicios. “Esta tendencia, aunque tiene un fondo positivo,
añade presión sobre un sistema ya tensionado”, ha asegurado.
Otra cuestión a tener en cuenta es la
inflación, se suma la aparición de nuevas terapias y tecnologías de diagnóstico, que tiene que ser “accesible”. Mira ha sumado otros aspectos como la escasez de profesionales y la emergencia climática.
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