Desde 2020, el
Sistema Nacional de Salud (SNS) financia varios medicamentos para dejar de fumar. Por ello, la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) también subvenciona todos aquellos productos incluidos en la
cartera de prestación farmacéutica del SNS, ya que forma parte de su concierto, en las condiciones que se hayan establecido por el Ministerio de Sanidad. Sin embargo, el último
Programa Antitabaco de 2023 de la mutualidad parece no estar actualizado, ya que cuenta con algunos fármacos que el Ministerio de Sanidad ordenó retirar, aunque desde el departamento aclaran a este periódico que sí que está puesto al día.
En dicho plan se definen las actividades de
diagnóstico, valoración y delimitación de la fase del proceso de abandono, así como las intervenciones para el tratamiento y seguimiento de las personas fumadoras. En total aparecen
cuatro medicamentos como tratamientos de apoyo a la deshabituación tabáquica y uno de ellos ya no está dentro de la prestación. Además, hay que tener en cuenta que la financiación de estos fármacos no es para todo el mundo. Concretamente, está restringida a pacientes que sigan un programa de apoyo o atención al tabaquismo, con
motivación expresa para dejar de fumar, que fumen 10 cigarrillos o más al día y tengan, además, un alto nivel de dependencia calificado por el test de Fagerström ≥ 7. Por ello también, es imprescindible contar con una receta médica.
Concretamente, los fármacos autorizados para tal fin son: Champix, Zyntabac, Todacitan y Recigarun. Sin embargo, en la actualidad
Champix está retirado del mercado español por petición de la
Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Por ello, fuentes cercanas al Ministerio de Sanidad explican a
Redacción Médica que el que se está dispensando actualmente en las farmacias es Todacitan.
Mutualistas con fármacos para dejar de fumar
¿Cómo optar a estos fármacos? Desde
Muface apuntan que se garantiza a sus mutualistas la posibilidad de
seguir una terapia antitabaco "siempre y cuando cumplan con los requisitos", tanto si han elegido Servicio Público de Salud como si su elección ha sido la de entidad concertada. De hecho, cuentan con un programa antitabaco donde se detalla que para acceder a dichas terapias hay que contar con la prescripción médica y el
usuario aportará el 30 por ciento del coste, como en el resto de recetas.
En el caso de que el mutualista haya elegido una
entidad concertada para su sanidad, tendrá que recibir la prescripción de su
médico de Atención Primaria y acudir con ello a su Servicio Provincial. "El Servicio Provincial validará dicha receta con un sello y fecha, teniendo la misma una validez de 10 días desde dicha fecha", especifican.
Mientras que los mutualistas que hayan
elegido el Servicio Público de Salud (SPS) también acudirán a su médico de Primaria. "En cuanto a las recetas, en aquellas comunidades autónomas que tengan implantada la receta electrónica no es necesario ningún control por parte del Servicio Provincial de Muface. Por el contrario, en aquellas CCAA que no tengan todavía implantada la
receta electrónica para el colectivo mutualista, será necesaria la validación de la receta por parte del Servicio Provincial", matizan.
En esta misma línea, el plan explica que los
estudios de coste-efectividad e impacto económico del tratamiento del tabaquismo muestran que el abordaje más coste-efectivo es el llevado a cabo desde Atención Primaria. De hecho, dicen que esta intervención resulta más
eficiente que otras intervenciones preventivas y asistenciales ampliamente instauradas, como la detección y manejo clínico de la hipercolesterolemia y la hipertensión arterial, o actividades preventivas de screening, como la mamografía periódica o la citología.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.