Más del
80% de los pacientes con diplopía o visión doble que se someten a una cirugía ocular para alinear los ojos vuelven a ver con normalidad. Así lo ha explicado Josep Visa, especialista en estrabismo, neuroftalmología y oftalmología pediátrica de IMO Grupo Miranza, en Barcelona, durante el
curso ‘Manejo de la Diplopía’. De acuerdo con este experto, los avances en cirugía permiten, en manos expertas, que la
mayoría de los casos recuperen la ortotropía (ojos rectos), aunque la causa de la diplopía sea intracraneal.
Visa detalla que el
estrabismo adquirido, es decir, aquel que no es congénito o infantil, puede estar relacionado con distintas causas. Si el estrabismo y, por tanto, la diplopía que comporta, están ligados a una parálisis de los músculos oculomotores, lo que afecta al
65 por ciento de los casos, la causa puede ser desde diabetes o hipertensión arterial, hasta un tumor, un aneurisma o esclerosis múltiple, entre otras.
En los casos de diplopía restrictiva, un 31 por ciento de los casos
, la causa de la desviación ocular está provocada por mecanismos no neurológicos, secundarios a cirugía ocular, a miopía magna, a traumatismos orbitarios o a un problema de tiroides. Por último, el
13 por ciento restante de los casos de diplopía puede responder a distintas causas, como descompensación de estrabismos infantiles o lesiones maculares y estrabismos de aparición en edad senil, entre otras.
Sobre todo ello debatieron el pasado viernes alrededor de
150 profesionales asistentes al curso ‘Manejo de la Diplopía’, organizado por IMO Grupo Miranza y coordinado por Josep Visa, junto a sus colegas de la clínica Ana Wert y Charlotte Wolley Dod (Barcelona) y Diego Celdrán (Madrid). Todos ellos participaron como ponentes, junto con J. A. García de Oteyza, invitado especial, también referente de la estrabología.
Consecuencias de la diplopía
En el curso, los especialistas trataron también sobre las importantes consecuencias psicológicas de la diplopía, tanto por el
problema estético que comporta el estrabismo o desviación ocular, como por lo invalidante que resulta para las personas sufrir visión doble. Este problema ocular acarrea serias dificultades para leer, escribir, cocinar y realizar otras actividades cotidianas, además de conducir, hacer deporte y socializar.
Por eso, la
cirugía para alinear de nuevo los ojos y, en consecuencia, para solucionar la visión doble, “es una
cirugía que realmente cambia vidas, por lo que es muy satisfactoria también para el cirujano”, afirma Visa.
A diferencia del estrabismo adquirido, el
congénito o infantil suele solucionarse con gafas u oclusión (parches) y no provoca visión doble. En función de sus características o evolución, puede contemplarse la necesidad de operar para volver a alinear los ojos, lo que puede llevarse a cabo desde los pocos meses de vida.
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