Una de las principales novedades de la sexta entrega del
Estudio RESA, que recoge los resultados en salud correspondientes al año 2016 de 285
centros asistenciales de titularidad privada (74 más que en la edición anterior), es la inclusión de
siete nuevos indicadores relativos a la capacidad de resolución asistencial y la seguridad del paciente: reingresos por causas quirúrgicas a los siete días, por enfermedad pulmonar a los 30 días y por insuficiencia cardíaca a los 30 días; tasas de supervivencia al alta por síndrome coronario agudo, insuficiencia cardíaca e ictus; y porcentaje de sepsis postquirúrgicas. En todos ellos, la sanidad
privada alcanza cifras excelentes, similares e incluso mejoradas respecto a las de los grandes hospitales públicos españoles y europeos.
Se trata de
indicadores objetivos que los sistemas de salud, las organizaciones sanitarias de referencia y los hospitales capaces de abarcar una mayor complejidad asistencial, tanto nacionales como internacionales, han ido incorporando a sus métricas en los últimos años y que el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (
Fundación IDIS) considera necesarios para seguir profundizando en el compromiso de la sanidad privada española con la transparencia, la objetividad, la innovación, la calidad y la seguridad del paciente.
Así, los nuevos indicadores se suman a otros ya incorporados en ediciones anteriores: retorno a urgencias a las 72 horas del alta por el mismo diagnóstico, reingreso en hospitalización a los 30 días del alta, complicaciones en los tres días posteriores a la cirugía de cataratas, ratio de intervenciones de cirugía segura (checklist quirúrgico), tasa de cirugías de cadera en las 48 horas posteriores al ingreso y reingresos a los 30 días tras una cirugía mayor ambulatoria.
Cirugía segura, efectiva y eficiente
La Organización Mundial de la Salud (OMS) puso en marcha la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente en octubre de 2004. Desde entonces, ha lanzado tres campañas globales en torno a la misma, dirigidas a establecer protocolos de
higiene de manos (2006), incorporar sistemas de
cirugía segura (2008) y
reducir los efectos iatrogénicos de los medicamentos (2017). Los tres aspectos están contemplados en el informe RESA, entre otras iniciativas adoptadas por un número creciente y mayoritario de los centros participantes para minimizar los sucesos adversos derivados de la actividad asistencial.
"Todos estos datos muestran el potencial y la eficiencia de la sanidad privada en nuestro país"
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El indicador relativo a la adopción de protocolos de cirugía segura se incorporó en la segunda edición del estudio, publicada en 2013 con datos relativos a 2012 y con 77 centros participantes, cuando en el 74,1 por ciento de las cerca de 77.788 operaciones quirúrgicas analizadas ya se habían utilizado listas de verificación (
checklists) quirúrgicas. En RESA 2017, con 285 centros participantes, se habían utilizado en el 92,9 por ciento de las 155.603 intervenciones analizadas, un porcentaje
muy superior a la media de la sanidad pública española. Cabe recordar que en los países industrializados cerca del 50 por ciento de los eventos adversos hospitalarios tienen que ver con la cirugía, de los cuales la mitad se considera prevenible, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este
compromiso con la seguridad del paciente, unido a la capacidad técnica y organizativa de los hospitales, así como a la excelencia de los profesionales sanitarios que conforman sus equipos clínicos, permite a la asistencia sanitaria privada española alcanzar ratios de efectividad al nivel de los mejores centros nacionales e internacionales. Por ejemplo, la tasa de reingresos en los 30 días posteriores a una cirugía mayor ambulatoria es del 0,58 por ciento en el informe RESA 2017, frente al 0,68 por ciento de la edición anterior. Por su parte, la tasa de
reingresos por causas quirúrgicas a los siete días, uno de los indicadores que se han analizado por primera vez, es del 0,9 por ciento, frente al 1,79 por ciento reportado por el Observatorio de Resultados del Servicio Madrileño de Salud para el mismo año (2016). Además, la tasa de sepsis postquirúrgicas en el sistema sanitario de titularidad privada es del 0,36 por ciento, un porcentaje claramente inferior al 3,33 por ciento del conjunto de la sanidad pública madrileña.
En muchas ocasiones, la seguridad del paciente también depende de la eficiencia del centro en el que es atendido. Tal es el caso de la cirugía de prótesis de cadera, a la que se someten fundamentalmente personas mayores y que arroja una elevada morbimortalidad, que disminuye de forma significativa si la intervención se realiza dentro de las 48 horas posteriores al ingreso. En este sentido, el Informe RESA lleva poniendo de manifiesto la
eficiencia de la sanidad privada española desde el principio, ya que el porcentaje de personas operadas en este estrecho margen de tiempo no ha bajado del 85 por ciento en ninguna de las seis ediciones del informe, situándose en el 86,7 por ciento en la última, un dato excelente si lo comparamos con el 47,59 por ciento de la Comunidad de Madrid para el mismo año (2016) y si tenemos en cuenta que en los países de nuestro entorno suele rondar entre el 50 por ciento y el 60 por ciento.
Mínimas tasas de retorno al centro
La eficiencia también está detrás de la capacidad resolutiva de los servicios de
urgencias hospitalarias, en los que el tiempo medio desde la llegada del paciente al centro hasta el triaje es de 9 minutos y 44 segundos, mientras que el tiempo transcurrido entre el triaje y la atención médica efectiva por el facultativo indicado supone 19 minutos y 53 segundos de media. Unas cifras comparables a los estándares internacionales más exigentes, como sucede con la tasa de retorno a urgencias a las 72 horas por el mismo diagnóstico, que es del 3,4 por ciento.
También es preciso destacar la tasa global de
reingreso a los 30 días del alta clínica, que en el último año analizado (2016) se sitúa en el 3,9 por ciento, una cifra que se puede considerar muy positiva. En esta última edición se incorporan también datos de reingreso por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) a los 30 días, que alcanza un porcentaje del 12 por ciento, en consonancia o por debajo de los alcanzados por los mejores centros a nivel europeo. En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, se situaba en el 16,81 por ciento. En cuanto a la tasa de reingresos por insuficiencia cardíaca a los 30 días, otro de los nuevos indicadores, representa un 12,8 por ciento en el sector sanitario de titularidad privada, frente al 14,23 por ciento de la Comunidad de Madrid.
Para
Manuel Vilches, director general de la Fundación IDIS, “todos estos datos muestran el potencial en cuanto a acceso, resolución asistencial, calidad, seguridad, innovación y
eficiencia de la sanidad privada de nuestro país y, por ello, desde la Fundación IDIS, reiteramos nuestro
ofrecimiento de colaboración al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y a las consejerías de Sanidad de las Comunidades Autónomas. La
cooperación público-privada se hace fundamental para que la atención asistencial ofertada al paciente y al ciudadano en general sea ágil, pronta, eficaz, efectiva, con los mejores resultados de salud en base a la evidencia científica disponible y lo más eficiente posible. La
sanidad de titularidad privada forma parte de la
solución a los graves problemas que padecemos en el contexto sanitario y nunca debe ser visto como una parte del problema”.
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