Redacción. Madrid
Ribera Salud ha cerrado el último ejercicio con un beneficio neto de 6,3 millones de euros, lo que supone un 33,7 por ciento más de las ganancias (2,12 millones de euros) respecto a 2013, cuando obtuvo 4,18 millones de euros, tal y como constan en sus cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil.
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Alberto de Rosa, director general de Ribera Salud.
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En cuanto a sus ingresos, la firma valenciana de gestión sanitaria ha facturado un total de 180 millones de euros, o lo que es lo mismo, un 4 por ciento más que en 2013. La gran parte de la cifra de negocios reside en la prestación de servicios a los hospitales públicos que gestiona en Alzira, Torrevieja, Denia y Vinalopó.
Dentro de la partida de gastos, la ‘gigante sanitario valenciano’ ha pagado 65,69 millones de euros en concepto de salarios y similares, apenas un millón más que en 2013, según consta en estas cuentas oficiales.
El ‘modelo Alzira’, impulsado por el anterior gobierno autonómico del Partido Popular y operado por Ribera Salud, está en el punto de mira de la Consejería de Sanidad de esta comunidad. La titular de este departamento, Carmen Montón, ha asegurado que no renovaría la concesión que la firma tiene para explotar el Hospital de Alzira y que expira en 2018.
Esta decisión se enmarca dentro del objetivo de revertir todas las concesiones de este tipo. Mientras, la firma está inmersa en el proceso de adjudicación de un importante contrato con la Administración Pública de Eslovaquia.
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