La
Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) busca apoyos en el Congreso de los Diputados para hacer efectivas sus demandas sobre la situación de los
sanitarios del sector privado. Su presidente, Lorenzo Amor, advirtió personalmente en la Cámara Baja de la progresiva pérdida de poder adquisitivo de estos profesionales, algo que achacó, entre otros factores, a la falta de
honorarios de referencia. En este escenario, la organización ha trasladado a los partidos una batería de medidas sustentada sobre dos pilares: que el Gobierno recupere el “papel regulador” de los precios y la creación de una comisión negociadora que integre a trabajadores, pacientes, centros y compañías aseguradoras.
Desde la asociación de autónomos indican a
Redacción Médica que hace dos años que se iniciaron los contactos con organizaciones y consejos de diferentes ramas sanitarias para abordar la problemática de las tarifas en las clínicas privadas, que no se actualizan desde 1989. En este sentido,
José Luis Perea, secretario general de ATA, recalca que el coste que conlleva la
alta competitividad en la sanidad privada “lo están soportando los autónomos”, cuya situación ha empeorado en los últimos meses debido al encarecimiento de la luz y la subida del IPC.
Comisión para regular precios en la sanidad privada
El propio Perea explica a este periódico que ya han iniciado la ronda de reuniones con los partidos del Congreso (ya se han producido con dirigentes de PSOE y PP) para exponerles la situación y reclamar
“soluciones legislativas”. La principal, apunta, pasa por que el Gobierno “recupere ese
papel regulador que ostentaba en los años 80”, cuando el Ejecutivo central “establecía unos baremos orientativos para que los profesionales pudieran negociar con las compañías”.
El secretario general de ATA matiza que el objetivo no es pedir al Gobierno
medidas “intervencionistas” que no respeten la libertad de mercado, sino establecer “un marco para poder negociar” y dar oxígeno a unos sanitarios autónomos que, bajo su punto de vista, se encuentran en un escenario “caótico”. “Para tener un salario digno, un médico tiene que ver a
30 o 40 pacientes cada día. Si eso no lo queremos en lo público, ¿cómo lo vamos a querer para el sector privado?”, argumenta.
El instrumento que propone ATA para lograr ese objetivo es una comisión “en la que
estén sentadas todas las partes”, incluidos centros sanitarios, profesionales, pacientes y aseguradoras. “Este tipo de mesas ya existen en sectores como el agrícola. Queremos también un espacio en el que reflexionar sobre este tipo de problemáticas y que pueda repercutir en beneficio de la
calidad asistencial y del paciente”, destaca.
Reunión con la CNMC
No es esta, en cualquier caso, la única vía que mantiene abierta ATA para el establecimiento de precios en las clínicas privadas. Según Perea, también se han mantenido contactos con la
Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y no se descarta “la posibilidad de interponer una demanda” para paliar posibles situaciones de agravio.
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