El ultrasonido en el tratamiento de patologías neurodegenerativas es una técnica menos invasiva que permite mejorar de forma sustancial la calidad de vida del paciente. Pero no solo eso. Permite realizar la terapia a pacientes que por riesgo quirúrgico nunca se hubieran realizado.
Esta es una de las conclusiones alcanzadas en el evento formativo ‘Enfermedad de Parkinson, 200 años después’, organizado por HM Hospitales para un centenar de personas, entre pacientes, médicos y estudiantes de Medicina, que pudieron conocer de primera mano las últimas novedades en el tratamiento e investigación de esta patología desde el punto de vista clínico.
Precisamente el Centro Integral de Neurociencias HM Cinac cuenta con una técnica de Ultrasonido Focal de Alta Intensidad (HIFU) que ha supuesto uno de los avances terapéuticos más recientes, ya que es posible mejorar la calidad de vida de algunos pacientes como la eliminación del temblor característico. José A. Obeso, director de este centro, ha señalado que “estamos implicados en el desarrollo de nuevas indicaciones de la técnica del HIFU, en concreto en enfermedad de Parkinson, en la que estamos teniendo resultados muy prometedores”.
Mejora en la calidad de vida
El HIFU representa un gran avance que permite erradicar la actividad cerebral anormal que origina los síntomas y tratar otros procesos neurológicos sin necesidad de cirugía.
“Destaco la alegría de los pacientes cuando observan que la patología con la que entraban en el hospital ha mejorado de forma espectacular tras un procedimiento de solo 3 horas y que al día siguiente les permite estar en sus casas con una importante mejora de su calidad de vida”, señala Obeso al explicar las reacciones de los pacientes de Parkinson al erradicar el temblor.
Demanda creciente
Los resultados satisfactorios provocados por la aplicación de la tecnología de ultrasonido focal orientado a la Enfermedad de Parkinson y el temblor esencial están provocando una demanda creciente de información que se canaliza a través de HM Cinac. “Claramente estamos detectando una mayor demanda de estos pacientes, derivado del cada vez mayor conocimiento de esta técnica entre los neurólogos y el público en general”, señala.
El procedimiento del HIFU tiene una duración total de 3-4 horas. Mediante la toma de imágenes se realizará la diana o localización elegida sobre la que actuarán los haces de ultrasonido. En el tratamiento como tal se lanzarán haces de ultrasonidos (llamadas sonicaciones) al punto diana. Los ultrasonidos irán aumentando la temperatura del tejido cerebral de forma progresiva y controlada, hasta realizar la lesión y dar por finalizado el tratamiento. Además, realizará una evaluación continua del paciente para comprobar la eficacia.
Los especialistas en el campo de la Neurociencias auguran que la aplicación principal del HIFU en un futuro cercano se centrará en la enfermedad de Parkinson y posiblemente en tumores cerebrales, dolor crónico, neuralgia de trigémino o algunos trastornos neuropsiquiátricos. La ventaja principal que aporta el HIFU es que no hace falta realizar ningún abordaje intracraneal. Durante el tratamiento se puede observar si la diana y el efecto son los adecuados, al mismo tiempo que se pueden realizar correcciones para mejorar la efectividad y reducir efectos adversos antes de producir la ablación focal del tejido.
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