La
Guía de Buenas Prácticas de la sanidad privada ya está comenzando a dibujarse de la mano de la
Asociación de Autónomos (ATA) y la colaboración de la Alianza de la Sanidad Privada Española (
Aspe). Tal y como relatan sus creadores, el objetivo de este proyecto es "
preservar la calidad asistencial de los pacientes" a través de una serie de "baremos profesionales orientativos". Por ejemplo, se recogerán medidas como la
regulación de contratos de los profesionales sanitarios autónomos o la delimitación de responsabilidades en los riesgos que asume cada parte.
"Queremos que la guía contemple la
relación entre la aseguradora y el profesional autónomo, pero también con los centros sanitarios y los pacientes. Tendrá
carácter voluntario para que se adhieran las compañías que lo deseen", explica José Luis Perea, secretario general de la Asociación de Autónomos (ATA).
Concretamente, esta guía pretende recoger una serie de medidas como que los contratos de los profesionales se
formalicen por escrito, ya que todavía "hay un número importante de profesionales que entran en las compañías y no lo tienen de esta manera"; que haya una
mayor seguridad jurídica en los acuerdos entre partes, que exista una mejor
protección y confidencialidad de los datos del paciente o que se prohíban las posiciones de dominio de una de las partes. En esta misma línea, se plantea que se establezcan una serie de obligaciones y
plazos de preaviso que sean "razonables" cuando tenga que finiquitarse la relación entre el profesional y la compañía.
Profesionales autónomos que trabajan en sanidad privada
Para que la guía reúna a todos los
actores implicados, se está elaborando de manera muy cercana con la patronal de la sanidad privada con quien están definiendo los puntos a tratar; pero también con los
consejos generales de profesionales sanitarios. En este sentido, desde ATA señalan que cuentan con más de
250.000 profesionales sanitarios autónomos que podrían verse amparados por este proyecto. Entre ellos están médicos, psicólogos, fisioterapeutas, nutricionistas, podólogos…
"Estos profesionales se dedican a prestar sus servicios
dentro de la sanidad privada, pero siguen siendo autónomos y tienen los problemas propios de estos trabajadores. Por ejemplo, la falta de adecuación de los baremos que les pagan las compañías que llevan sin actualizarse 20 años, el intrusismo, etc", subraya Perea.
La Guía de buenas prácticas de la privada, lista en 2022
Aunque todavía está en
fase de borrador, este documento tiene un "buen ritmo" y Perea considera que
verá la luz este mismo año "con el consenso de todas las partes". De hecho, ya están previstas diferentes reuniones como con la
Comisión de Sanidad del Parlamento para informarles del proyecto y "trasladar los problemas a los órganos correspondientes".
"Queremos que esta guía cuente con el
mayor respaldo posible y que mejore tanto la calidad asistencial, como
las condiciones en las que los profesionales prestan sus servicios; y la relación de ellos con las compañías y los centros sanitarios", concluye.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.