La
sanidad privada española tiene "enorme inquietud" con las propuestas incluidas en el anuncio del
acuerdo de gobierno de coalición PSOE-Sumar en caso de investidura del candidato
Pedro Sánchez. Una de ellas, la de reducción de jornada laboral, es considerada por el sector como un "
ataque a la competitividad cuando no existe un plan que solucione el aumento de personal sanitario necesario para atender el servicio".
La
Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) ha mostrado su contrariedad a las medidas vertidas en el mencionado acuerdo, por entender que tendrán un alto coste en materia sanitaria para el ciudadano, fundamentalmente en tres ejes: aprobación de Ley de Equidad y su consecuencia directa en la ausencia de colaboración público-privada; derivado también de lo anterior, la inviabilidad práctica de llevarse a efecto el anuncio de “acabar con las
listas de espera con una ley de tiempos máximos”; y, por último, la
reducción de la jornada laboral a 37,5 horas y cómo repercutiría en la necesidad de aumentar las plantillas en las empresas sanitarias en un escenario generalizado de escasez manifiesta de personal sanitario.
Ley de Equidad: limitación de las competencias
El sector ha mostrado siempre una posición favorable a que una posible
Ley de Equidad permitiera la ampliación de derechos del ciudadano para obtener un sistema sanitario más cohesionado y equitativo, estando en favor de medidas como la mejora en la equidad de la oferta de servicios o en los tiempos de acceso, pero lo referente a "la exclusión de la sanidad privada del
Sistema Nacional de Salud supondría una temeridad injustificada y demuestra un grave desconocimiento de la realidad sanitaria del país".
ASPE muestra su recelo a lo relativo a la excepcionalidad de uso de
conciertos público-privados por numerosas razones. Por un lado, supondría un gasto de más de 2.700 millones cada año adicionales a la sanidad pública, teniendo en cuenta que la colaboración supone, como mínimo, un ahorro del 50 por ciento para las arcas públicas respecto a los precios con los que trabaja la sanidad pública.
"Es evidente que esto podría llevar, en la actual situación de crisis de atención sanitaria, a un
riesgo de fallo sistémico de la sanidad pública, al no disponerse de plan B con medidas alternativas a la infraestructura y apoyo del sector privado en numerosas comunidades autónomas que requieren para la gestión de sus competencias de recursos flexibles".
Esa hipotética ley "provocaría una limitación de los modelos públicos de gestión en manos de las comunidades autónomas y un conflicto competencial que podría alcanzar el
Tribunal Constitucional. Se estaría limitando a las CCAA en su capacidad de gestión, eliminando una posibilidad de colaboración que supone un gran alivio en momentos de demanda puntual".
ASPE dice que la pretensión de aprobar la Ley de Equidad implicaría la derogación de la
Ley de Formas de Gestión 15/1997 para revertir los conciertos de salud solo sustentada en razones ideológicas y que ignoran totalmente criterios objetivos que miden, en base a las estadísticas del propio
Ministerio de Sanidad, la eficacia del
modelo colaborativo en materia de salud.
Listas de espera "inasumibles"
Como resultado de lo anterior, el sector considera improbable el objetivo declarado en el anuncio de PSOE-Sumar de acabar con las listas de espera sin contar con la sanidad privada en un posible nueva legislatura del Gobierno de coalición. "De hecho, desde la democracia, ninguna CCAA ha podido gestionar el sistema de salud prescindiendo de forma absoluta de la
colaboración de la sanidad privada, tanto por su flexibilidad como por el coste".
El escenario que vive la sanidad pública actualmente es "alarmante y no caben los anuncios publicitarios cuando las listas de espera no corrigen a la baja aun contando, si bien muy por debajo de sus capacidades, con recursos estratégicos, flexibles y competitivos como aporta la sanidad privada, con el 56 por ciento de hospitales, el 31% de camas del sistema o el 36 por ciento de los quirófanos.
Por tanto, es perfectamente deducible, en un escenario de aplicación de la Ley de Equidad, sin posibilidad de haber conciertos, que
los datos declarados por Sanidad en diciembre de 2022, con 793.521 personas esperando para una intervención quirúrgica, un 12 por ciento más que el año anterior, aumentarían aún más".
Reducción de jornada laboral en la privada
El pacto para la legislatura también contempla la
reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, que "afectaría gravemente al sector sanitario". En el conjunto del tejido empresarial en todo el territorio habría "serios contratiempos para atender el volumen del servicio sanitario que presta la sanidad privada, en tanto que
una reducción de la jornada llevaría forzosamente a incrementar las necesidades de personal".
"Esta situación se daría cuando existe un
grave déficit de profesionales sanitarios, tanto en Medicina como en Enfermería, situación ante la que no se han tenido en cuenta las numerosas medidas propuestas por el sector (mejora de incompatibilidades, adaptación de competencias profesionales, participación en el sistema MIR u homologación de extracomunitarios)".
"La situación no tiene visos de mejora sin medidas urgentes que permitan mitigar el problema a corto plazo, por lo que esta legislación laboral provocaría una enorme adversidad para el sector. Ante todo ello, y con ánimo de no repetir una legislatura pasada infructuosa, en la que se impuso el criterio ideológico sobre la eficiencia en la gestión,
el sector sanitario privado pide a todos los partidos políticos medidas de gobernanza sanitaria eficaces e incluyentes del sector empresarial sanitario, de gran fortaleza en el
tejido laboral y económico".
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