La obesidad y la menopasia tienen graves consecuencias sobre la salud de la mujer, tal y como han recalcado desde Quirónsalud. "Son uno de los síntomas principales en patologías como el
síndrome de ovario poliquístico (SOP)", subraya
Carmen Pingarrón, jefa del equipo de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José. Añade, además, que la obesidad y la menopausia
afecta a entre el 50 y 70 por ciento de las pacientes, aumenta la tasa de abortos y empeora la evolución de las gestaciones, empeorando las tasas de fertilidad, entre otras consecuencias.
Según los datos de la Encuesta Europea de Salud en España del año 2020,
la prevalencia de la obesidad en mujeres se sitúa en el 15,5 por ciento, cifra que se incrementa hasta el 30,6 por ciento si además tenemos en cuenta el sobrepeso.
Obesidad y menopausia
En la menopausia, el problema de la obesidad se vuelve aún más complicado, debido a la
disminución de los estrógenos y el aumento relativo de los andrógenos. Esta circunstancia provoca un
aumento de los depósitos de grasa intraabdominales, con aumento del perímetro abdominal, pasando de la obesidad en forma de pera típica de las mujeres, a la obesidad en forma de manzana típica de los hombres. Este aumento de perímetro abdominal es el principal factor de
riesgo cardiovascular y de aparición del síndrome metabólico, diabetes e hipertensión arterial.
”Debemos tener en cuenta que si estamos ante una menopausia sintomática con sofocos y queremos utilizar terapia hormonal sustitutiva, aumentará el
riesgo tromboembólico, ya que contamos con el factor de riesgo de la edad, sumado al de sobrepeso y obesidad; aumentan los problemas de
incontinencia urinaria, dado que se trata de un problema mecánico, de aumento de la presión abdominal sobre la vejiga y sobre el suelo pélvico; y no nos olvidemos del cáncer, una mujer con obesidad tiene más riesgo de padecer
cáncer de mama, que una mujer que usa terapia hormonal sustitutiva.”
Pérdida de peso
Son
múltiples los beneficios de la pérdida de peso en mujeres menopaúsicas, como son la mejora de los sofocos, del descanso, de la diabetes, de la apnea del sueño, de la hipertensión arterial, del perfil lipídico, de la artrosis y de la vida sexual, sin olvidar que
disminuye la mortalidad global por enfermedades cardiovasculares y por cáncer.
"Podemos afirmar que la obesidad es una
enfermedad crónica, de alta prevalencia que impacta sobre la calidad y la esperanza de vida de las pacientes y que puede impactar negativamente en su salud, por lo que obstetras y ginecólogos jugamos un papel fundamental en el abordaje de la obesidad en la mujer”, concluye Pingarrón.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.