HM Hospitales, a través de la
Fundación de Investigación HM Hospitales, ha presentado los resultados del primer informe de su
Observatorio de la Obesidad, una herramienta que ha sido diseñada con el objetivo de monitorizar y evaluar las características antropométricas (peso, talla e índice de masa corporal) de la población pediátrica (30.316 pacientes únicos) que es atendida en los centros del Grupo, en el periodo comprendido entre el 1 de febrero de 2021 y el 7 de noviembre de 2024.
La obesidad infantil constituye un desafío de salud pública de creciente relevancia a nivel global, asociándose con un mayor riesgo de
enfermedades crónicas y complicaciones metabólicas en etapas tempranas y posteriores de la vida. Se estima que en nuestro país la prevalencia oscila entre el 2 y el 10 por ciento en niños de 2 a 6 años, mientras que, en el grupo de 6 a 9 años de edad, se registra un máximo de casi el 20 por ciento. En los niños de 10 a 16 años, la prevalencia oscila entre el 10 y el 15 por ciento. El observatorio permite obtener datos de obesidad infantil por grupos de edad, sexo, códigos postales o circunstancias relacionadas con el nivel económico.
Según
María Zelmira Bosch, coordinadora del Servicio de Endocrinología y Nutrición pediátrica en el
Hospital HM Nens de Barcelona “este proyecto tiene como objetivo no solo caracterizar el estado actual de nuestros pacientes, sino también identificar tendencias, promover la prevención y guiar intervenciones basadas en evidencia”.
Los datos que arroja el Observatorio ponen de manifiesto que la mayoría de la población pediátrica evaluada se sitúa en valores promedio de peso y talla, sin cambios significativos a lo largo del periodo. Sin embargo, el
índice de masa corporal (IMC) promedio elevado muestra un claro descenso, al pasar del 16,8% en 2021 al 10% en el periodo comprendido entre 2022 y 2024.
Esta tendencia está en línea con los datos del Estudio ALADINO (Vigilancia de la Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España), que también refleja una
disminución en los índices de obesidad infantil. Sin embargo, a pesar de esta mejora, las cifras actuales siguen preocupando tanto a la comunidad científica como a los responsables de la salud pública.
Por comunidades autónomas,
Madrid y Cataluña presentan una distribución similar, con un máximo del 20% de obesidad en algunos grupos de edad, mientras que
Castilla y León registra el porcentaje más alto, alcanzando un 25%. En otras zonas, como
el sur de España, estudios previos han señalado cifras aún más elevadas, aunque en este informe no se dispone de datos representativos para todas las comunidades. También se ha buscado relacionar las tasas de obesidad con otros factores sociodemográficos como
el nivel de renta.
Adherencia a los tratamientos
La tasa de seguimiento de los pacientes pediátricos representa uno de los principales desafíos, “por lo que es fundamental realizar un control anual para poder detectar incrementos ponderales y problemas de crecimiento de forma temprana”, manifiesta Bosch. “Por esta razón” – continúa – “nuestras estrategias tienen que centrarse en concienciar sobre la importancia de un seguimiento y
la intervención temprana para la adopción de hábitos saludables a lo que se debe sumar el ejercicio para poder prevenir la obesidad y evitar largos tratamientos y complicaciones asociadas”.
En la actualidad y en la búsqueda de mejoras, se trabaja en la creación de estrategias de concienciación dirigidas a familias, educadores y comunidades locales con el fin de sensibilizar sobre
los riesgos de la obesidad infantil, incluyendo su impacto en la salud a corto y largo plazo. En este sentido, se pondrán en marcha campañas con las que fomentar hábitos de vida saludable desde una temprana edad, como son una
alimentación equilibrada y la práctica regular de actividad física, elementos clave para prevenir esta condición.
Otra de las estrategias prioritarias será la
mejora de los menús en los comedores escolares, para asegurar que incluyan alternativas nutritivas y equilibradas que cumplan con las necesidades alimenticias de los niños. Asimismo, a través del Observatorio se trabajará en la creación de unidades que aborden la obesidad infantil de una forma integral, teniendo en cuenta aspectos médicos, nutricionales, psicológicos y de actividad física. A través de estas acciones, se persigue
reducir las cifras actuales de obesidad infantil y generar un impacto positivo en el bienestar y la calidad de vida de las
generaciones futuras.
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