El
bruxismo consiste en rechinar y apretar de los dientes de manera involuntaria, especialmente durante la noche. A pesar de que puede originarse por diferentes factores, el
estrés es una de las principales causas que acelera la aparición de este problema, ya que incrementa la tensión muscular en el cuerpo, incluyendo los músculos de la mandíbula, afectando a nuestra cavidad oral.
Conforme al
Estudio Sanitas de Salud Bucodental 2023, más de la mitad de los encuestados, y especialmente las mujeres, saben qué es el bruxismo: un 18,91 por ciento de la población general y un 9,65 por ciento de los jóvenes menores de 18 años han sido diagnosticados de ello. Principalmente lo han tenido por
estrés, tanto en el caso de la población general (49,01 por ciento) como en el caso de los menores de 18 años (42,80 por ciento).
“El bruxismo motivado por el estrés puede tener
graves consecuencias para la salud bucodental y general, tales como el desgaste dental, que puede llevar a la fractura y posterior pérdida de dientes; dolores de cabeza y cuello; problemas de la articulación temporomandibular (ATM), lo cual conlleva dificultad para abrir y cerrar la boca, chasquidos o ruidos e inconvenientes para masticar; o trastornos del sueño, acarreando así un
impacto negativo en la calidad de vida y el bienestar general de la persona”, comenta Berta Uzquiza, responsable de Innovación de Sanitas Dental.
Ante esta situación, Uzquiza menciona una serie de
hábitos que pueden ayudar a
reducir el estrés y, por ende, aminorar el desarrollo de bruxismo:
-
Establecer una rutina de sueño: dormirse y despertarse a la misma hora todos los días es clave para tener un buen hábito del sueño. Es aconsejable dormir unas 7-8 horas para que los músculos tengan el tiempo suficiente para recuperarse y relajarse.
-
Hacer ejercicio: mantenerse activo mediante la práctica de deporte contribuye a reducir el estrés y a mejorar la calidad del sueño. Se recomienda hacer ejercicio al menos 30 minutos cada día, cinco días a la semana.
-
Identificar las fuentes de estrés: ser conscientes de las situaciones que causan un gran estado de nervios es crucial para aprender a manejar y tolerar ese tipo de situaciones.
-
Limitar la cafeína y el alcohol: estas sustancias pueden aumentar el estrés y la ansiedad, por lo que es importante evitar su consumo para no empeorar el bruxismo.
-
Practicar técnicas de relajación: actividades como la meditación, la respiración profunda, el taichi o el yoga ayudan a disminuir la tensión muscular, así como la ansiedad y el estrés.
-
Usar una férula dental: si bien no trata la causa, es fundamental para proteger nuestra dentadura de los graves efectos del bruxismo.
En último lugar, si ninguna de estas recomendaciones consigue disminuir el nivel de estrés y no se logra prevenir la aparición de bruxismo, debe buscarse
ayuda profesional y acudir a
terapia, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta. En este sentido, Sanitas ha lanzado
Cuida tu mente, un nuevo servicio digital para atender y gestionar la
salud mental y el bienestar emocional.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.