El
Catálogo Nacional de Hospitales ha registrado un
incremento de las camas hospitalarias disponibles 2022, que ha permitido mantener la tendencia al alza de los últimos años. Sin embargo, detrás de este auge se encuentra principalmente la
inversión privada. El desglose de los datos muestra que la capacidad de los centros particulares ha crecido un
1,8 por ciento, mientras que la de los públicos se ha visto mermada. El fuerte impulso de la iniciativa empresarial es la que ha evitado que el Sistema Nacional de Salud (SNS) entre en
déficit de plazas en el último año.
Las estadísticas muestran que actualmente hay
47.524 camas hospitalarias de ámbito privado en el conjunto de las comunidades autónomas, según
el informe publicado por el Ministerio de Sanidad. En 2022 las plazas han protagonizado un repunte del 1,8 por ciento, gracias a la apertura de
843 nuevas unidades en los diferentes centros bajo el ámparo de alguna compañía empresarial. En este cómputo no se tienen en cuenta ni los recursos de las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social como
Muface, ni tampoco de las organizaciones
sin ánimo de lucro.
El aumento de la presencia de la sanidad privada en el conjunto de la sanidad también ha quedado reflejado en su participación total en el sistema. Sus 47.524 camas hospitalarias representan ya un
29,9 por ciento de la oferta total disponible en el país. En el último año este volumen se ha incrementado en
medio punto porcentual, en comparación con el 29,4 por ciento registrado en 2021.
Las comunidades cierran 800 camas hospitalarias
Si sacamos de la ecuación la participación de la sanidad privada, el resto de camas disponibles en el Sistema Nacional de Salud (SNS) es de
111.525, lo que representa 361 menos que en el recuento que el Ministerio de Sanidad del año anterior cuando el cómputo total era de 111.886. Mientras la iniciativa empresarial ha levantado un 1,8 por ciento sus números,
el conjunto de las administraciones se ha vaciado en el orden de un 0,3 por ciento.
Estas cifras están condicionadas por ejemplo por la pérdida de
camas hospitalarias en los servicios de salud. En el último año
se han cerrado 801 plazas en los centros dependientes de las comunidades autónomas hasta situarse en un total de
93.214. Esta diferencia se traduce en una
caída del 0,8 por ciento.
Esta tendencia también se ha repetido en otras áreas que dependen del sector público. El
Instituto de Gestión Sanitaria (Ingesa), que
gestiona la sanidad en Ceuta y Melilla, ha cerrado 8 camas hospitalarias hasta quedarse con 414, en un año marcado por
las denuncias que han despertado una huelga de médicos. Mientras que sí que se ha mantenido el mismo número de plazas disponibles en los centros dependientes del
Ministerio de Defensa que cuenta con capacidad para asistir a 675 pacientes de manera simultánea.
Si atendemos a la apertura de nuevos hospitales, la estadística no muestra tantas diferencias entre la iniciativa pública y la privada.
Las empresas han abierto 7 de los 14 nuevos centros que se han inaugurado a lo largo del último año en España. Mientras que las mutuas sanitarias que colaboran con la Seguridad Social cuentan también con una nueva infraestructura. El resto del auge sí que corresponde en este caso a las administraciones públicas en sus diferentes niveles,
especialmente en el plano autonómico donde hay 322 centros, seis más que en 2021.
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