Algunas
enfermedades de los ojos pueden conducir a
pérdida de la visión, por lo que es muy importante identificar y tratar estas enfermedades lo antes posible. Tres de las patologías más frecuentes que afectan a la salud ocular son las
cataratas, la
retinopatía diabética y la
degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
Una parte importante de las personas que se operan de cataratas presenta también otras afecciones, como la DMAE.
Marta Ciprés, médico especialista en Oftalmología de
HLA Montpellier, señala que la DMAE es una
enfermedad crónica que afecta a la mácula, una zona ubicada en el centro de la
retina que permite tener la visión de los detalles y el movimiento. Esta zona es la encargada de la
visión central y hace posible distinguir las caras y poder leer sin inconvenientes. Entre los síntomas característicos de esta enfermedad se encuentran la
visión distorsionada o borrosa, la aparición de puntos ciegos o zonas oscuras en la visión central, la
percepción incorrecta de colores y formas y la dificultad visual al realizar actividades diarias, como conducir.
Factores de riesgo de la degeneración macular
Según la
Sociedad Española de Retina y Vítreo, la DMAE se considera la
principal causa de ceguera (agudeza visual inferior a 1/10) a partir de los 55 años en el mundo occidental. El principal factor de riesgo es la edad, pero también pueden influir notablemente los
antecedentes familiares, el tabaquismo, la
hipertensión, la exposición al sol o la
obesidad, entre otros. La práctica clínica para el diagnóstico de DMAE debe incluir
un examen de la agudeza visual y un examen de fondo de ojo con dilatación pupilar, además puede ser útil la realización de un
OCT (tomografía de coherencia óptica) para detectar si hay fluido intraretiniano.
Como consecuencia de la DMAE, las células de la mácula donde se concentra un mayor número de
fotorreceptores responsables de la agudeza visual y la discriminación de colores sufren un
deterioro progresivo. “La DMAE seca o atrófica es la más frecuente y se produce como resultado de la
acumulación de desechos o drusas que atrofian la zona macular, que podemos ver cuando realizamos la exploración del ojo en la consulta”, apunta la doctora. Sin embargo, añade, no tiene tratamiento curativo, pero
se puede frenar consumiendo complementos vitamínicos que contengan altas dosis de antioxidantes.
Por otro lado, si el paciente sufre mayores complicaciones se produce la
DMAE húmeda hemorrágica o neovascular. “Como consecuencia de esta patología aparecen unos vasos anómalos en la retina que producen
hemorragias y una pérdida de visión muy importante, cuyo tratamiento consiste en unas
inyecciones intravítreas de fármacos antiangiogénicos”, explica la especialista.
En HLA Montpellier, Ciprés y
Elena Pardina tratan patologías oculares muy variadas en pacientes de todas las edades. Las especialistas inciden en la importancia de someterse a
controles oftalmológicos desde edades tempranas en la infancia, para detectar precozmente los defectos refractivos y diagnosticar la patología ocular como
ojo vago lo antes posible. En referencia a los adultos, diagnostican y tratan patología diversa:
miopía,
hipermetropía,
astigmatismo,
presbicia, cataratas,
patología de la retina y
ojo seco, del que ahora están viendo un aumento de casos y de su gravedad debido al uso de las
mascarillas durante la pandemia provocada por el Covid-19.
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