Las afecciones de los pies aquejan a un importante número de personas, más común entre las mujeres que en el hombre, en una proporción de 10 a 1, y con el paso del tiempo, no sólo se agravan si no se les da el tratamiento adecuado, sino que suelen tener consecuencias directas en molestias de la columna vertebral y en el estado físico general al impedir un andar correcto.
Además el uso de calzado inadecuado, provoca alteraciones circulatorias, sudoración excesiva, rozaduras, ampollas y durezas, que a veces se acompañan de infecciones superficiales. Las mujeres son conscientes que los tacones altos y los zapatos en punta dañan los pies. No les hace falta más que caminar unas cuantas horas con ellos para comenzar a notar las molestias y las lesiones se agrava cuando existe una predisposición genética o ya están instaladas las deformidades del pie.
Estas deformidades son los llamados Hallux Valgus o popularmente conocidas como juanetes, que son deformidades que se generan en la parte externa del dedo gordo del pie cuando éste se desvía y comienza a apuntar hacia el segundo dedo. Es una afección que se vuelve dolorosa según evoluciona, y en cuya aparición influyen factores genéticos y posturales. Se puede prevenir utilizando calzados de horma ancha, pero cuando la afección es grave, finalmente la cirugía es la solución. En los últimos años han avanzado las técnicas quirúrgicas, ahora mínimamente invasivas, de manera que la intervención es corta, se realiza con anestesia local y sedación y la recuperación es rápida.
“La cirugía tradicional del pie, siempre ha tenido muy mala prensa, inmovilizaciones prolongadas, dolor, hinchazón, ingreso hospitalario, anestesia raquídea, etc. “, afirma Guillermo Lipnizky, médico especialista en cirugía ortopédica y traumatología y jefe de esta unidad en el Hospital La Luz de Madrid. “Los avances médicos en cirugía, -subraya este especialista-, el desarrollo de nuevas tecnologías y el diseño de nuevo instrumental quirúrgico, abren nuevas expectativas en las técnicas de cirugía mínimamente invasiva, por vía percutánea, para aportar soluciones a las enfermedades y deformidades de los pies de manera no dolorosa”.
La Unidad de Cirugía Percutánea del Pie del Hospital La Luz de Madrid, dispone del equipo de profesionales y la última tecnología para tratar las afecciones más comunes de los pies: juanetes, dedos de martillo, callosidades plantares dolorosas, enfermedades reumáticas, pies del diabético, entre otras.
“Bajo anestesia local y una suave sedación se pueden realizar todas las correcciones que se requieran durante la cirugía. Hoy en día los equipos modernos como el fluroscan, nos proporcionan imágenes directas del pie sin tener que abrirlo y a través de pequeñas incisiones estratégicamente localizadas con un micro instrumental, vamos corrigiendo la deformidad utilizando un motor de revoluciones controladas con fresas especiales para quitar el sobre hueso; no colocamos ningún tornillo, ninguna aguja, ningún elemento de síntesis. El paciente sale caminando del quirófano por su propio pie con un zapato especial de suela de goma recta y velcro que utilizará durante un mes. A la semana de la intervención se retira el vendaje y los puntos de sutura, se coloca un vendaje de mantenimiento, de fácil colocación, que se cambia cada vez que el paciente lo demande por su higiene, reanudando una vida activa en forma progresiva, alternando con periodos de reposo”, explica Lipnizky. Al mes de este procedimiento ambulatorio, se realiza un control aportando una radiografía y acorde a la evolución, se retira el zapato rígido para comenzar a calzarse uno convencional y se indica un plan de ejercicio de recuperación funcional.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.