En Aragón han incrementado las visitas a centros de
trastornos alimentarios y de salud mental para adolescentes en un 40 por ciento respecto a antes de la pandemia. Así lo determina Ita Prisma Zaragoza, que ha detectado que tras el confinamiento las cifras de
petición de ayuda por parte de adolescentes y jóvenes se han disparado.
Ita Prisma Zaragoza ha registrado un 35 por ciento más de inicios de nuevos tratamientos y también que la sintomatología en salud mental adolescente que llega a los centros, en primera visita,
es más grave en comparación con antes de la pandemia. Los diagnósticos que más han aumentado en los últimos meses son conductas autolesivas, inestabilidad emocional, depresión y aislamiento social.
Por estos motivos, Ita ha creado un programa específico para la salud mental del adolescente en la
Unidad de Hospital de Día de Zaragoza. El objetivo es diagnosticar, prevenir e intervenir en el tratamiento especializado que los jóvenes necesiten, ya que son uno de los colectivos que más están sufriendo la pandemia, sobre todo en cuanto a salud mental.
¿Cómo se desarrollará el tratamiento?
El nuevo grupo de terapia especializado en salud del adolescente se desarrolla en un formato novedoso: se trata de grupos de terapias con adolescentes de 12 a 17 años con dos fases. El grupo se forma tras una evaluación clínica previa para ver si cumple criterios de inclusión y, una vez formado, se inicia el tratamiento.
Ambos grupos están calendarizados, ya que la finalidad de cada una de las fases del tratamiento se compone de una serie de objetivos a los que ha de llegar el paciente para seguir avanzando en la terapia. La duración total es de tres meses, de marzo a mayo, y una vez finalizado el primer bloque, el grupo se somete a
evaluaciones clínicas para poder medir la evolución en niveles de ansiedad, estrés o depresión, y lo mismo sucede cuando se alcanza el fin del segundo módulo.
De este modo, terapeutas, familiares y clínicos pueden medir la evolución del paciente y corroborar los resultados en este nuevo formato. "Este recurso es perfecto para familias que se ven sobrepasadas por el comportamiento del adolescente. Se trata de un
trabajo intenso y de
mayor efectividad que otros formatos. La fuerza del grupo ayuda al adolescente a avanzar en su problemática", afirma Núria Núñez, psiquiatra de la Unidad de Hospital de Día y Consultas Externas en Ita Prisma.
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