Los resultados a largo plazo de un estudio demuestran que la
administración de Rucaparib mejora la supervivencia y retrasa la progresión de la enfermedad en pacientes con
cáncer de ovario avanzado, lo que significa un gran paso para la utilización de
terapias 'diana' en el tratamiento de este tipo de tumores. La investigación, que se ha alargado durante más de 2 años, ha tenido en Jesús García-Donas, jefe de la Unidad de Tumores Ginecológicos y Genitourinarios y director del Laboratorio de Innovación en Cáncer del Centro Integral Oncológico Clara Campal HM CIOCC, a uno de sus coautores principales.
Jesús García-Donas ha explicado que "hasta ahora,
se habían producido muy pocos avances en el ámbito de las terapias dirigidas aplicadas al tratamiento del
cáncer de ovario recurrente, los protocolos eran antiguos y los fármacos no proporcionaban los resultados deseados por los especialistas. Ahora, con la irrupción de una nueva familia de fármacos (llamados PARP inhibidores), se consigue alargar el período de tiempo entre una primera terapia y las
El cáncer de ovario avanzado es el octavo tumor con mayor mortalidad entre las mujeres
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posteriores. Asimismo, sus beneficios hacen que el organismo esté más preparado para recibir un segundo tratamiento, aminorando los efectos secundarios".
La mayoría de pacientes con cáncer de ovario
responden positivamente al tratamiento inicial consistente en una intervención quirúrgica para extirpar el tumor y la posterior administración de quimioterapia basada en platino, pero también la mayoría de mujeres experimentan una recaída en la enfermedad que hará necesaria la aplicación de terapias posteriores. En este sentido, se ha confirmado que la utilización de Rucaparib como monoterapia para el tratamiento de mantenimiento consigue incrementar la calidad de vida de la paciente y alargar en un año aproximadamente la reaparición del tumor. En este sentido, permite que la paciente se recupere mejor de los efectos negativos de la quimioterapia.
Este trabajo, que ha tenido una duración de más de 2 años y ha contado con la participación de
más de mil pacientes de 87 hospitales de 11 países, ha sido respaldado por la Fundación de Investigación HM Hospitales, que sigue apostando por la investigación como uno de los pilares fundamentales para proporcionar al paciente una calidad asistencial de alto nivel.
Uno de los tumores con mayor tasa de mortalidad
El resultado del estudio multicéntrico en fase III, ARIEL3, ha comportado que
Rucaparib –un inhibidor oral de la Poli ADP ribosa polimerasa (PARP) - haya sido aprobado en Estados Unidos y la Unión Europea como fármaco para el tratamiento de mantenimiento en el cáncer de ovario avanzado, trompa de Falopio y peritoneal avanzado, cuyos tumores tienen un comportamiento muy similar.
El cáncer de ovario es el octavo tumor con mayor tasa de mortalidad entre las mujeres debido a que, actualmente, no existe ningún método eficaz que facilite el diagnóstico precoz y el 75 por ciento de los casos se conocen en fases avanzadas. En España, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC),
se diagnostican 3.300 casos anuales, lo que representa el 5,1 por ciento de los cánceres que afectan a la población femenina. La mayoría de casos suelen detectarse entre los 45 y 75 años.
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