Cada vez son más las mujeres que optan por vivir la experiencia del parto de un modo más fisiológico sin que ello suponga un peligro para su salud o para la de sus bebés. Es lo que se denomina parto de baja intervención o parto natural, una modalidad que la
Maternidad HM Belén de A Coruña puso en marcha a finales de septiembre al abrir su nueva Unidad de Trabajo de Parto y Recuperación (UTPR), donde
ya han nacido diez bebés.
Esta unidad está dirigida a aquellas
pacientes con gestaciones de bajo riesgo, de más de 37 semanas, y que se encuentren en trabajo de parto. “Un embarazo de bajo riesgo es aquella gestación en una mujer sana, que no tiene enfermedades médicas crónicas u obstétricas, que no tiene antecedentes reproductivos desfavorables y cuya gestación se desarrolla dentro de los patrones de normalidad”, explica Sonia Pedredo, directora adjunta de la Maternidad HM Belén.
El objetivo de esta unidad es fomentar un
proceso de parto lo más fisiológico posible, pero seguridad para la madre y para el bebé. “Es importante destacar que nos encontramos en un entorno hospitalario en el que se mantienen todas las medidas de seguridad y se prioriza siempre la salud de la madre y del recién nacido”, explica Pedredo.
Bañera de dilatación-parto
La habitación dispone de diversos elementos que ayudan a a
liviar el dolor sin necesidad de recurrir a la analgesia epidural, como son la liana, el balón, la silla adaptada o la bañera de dilatación-parto, el elemento más notorio del servicio. “La inmersión en calor, en este caso en la bañera, reduce la percepción de dolor y mejora la tolerancia a las contracciones, además de acortar el tiempo de dilatación y reducir los desgarros perineales al mejorar la elasticidad”, explica Raquel Ramos Veiguela, supervisora de Maternidad de HM Belén.
La matrona destaca también la intimidad y la comodidad de esta nueva unidad diseñada para
crear un ambiente agradable y confortable. Para ello la estancia ofrece la posibilidad de escuchar música, combina luz natural con luz artificial regulable y zonas de movimiento y descanso. “Las matronas apoyamos el proceso animándolas a cambiar de posición, pasear o movilizar la pelvis sobre la pelota”, explica Raquel Ramos. “Cambiar de postura en lugar de permanecer tumbada suele ayudar a acortar el periodo de expulsivo, disminuye el dolor y mejora la eficacia de las contracciones”, revela la matrona.
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