En los últimos años, la media de edad a la que las mujeres tienen su primer hijo ha ido aumentando en la mayoría de los países desarrollados. En este sentido, Salvador García Aguirre, responsable de la Unidad de Reproducción Asistida HLA Montpellier recomienda la vitrificación de ovocitos para preservar la fertilidad.
"Los ovocitos de mayor calidad son los que se van ovulando en edades más tempranas". "Este hecho determina que la época de mayor fertilidad en la mujer sea antes de los 25 años". Se desconoce si es debido a que los mejores óvulos completan antes la maduración necesaria para la ovulación o porque, con el paso del tiempo, los ovocitos sufren fenómenos degenerativos disminuyendo las probabilidades de un embarazo.
En España diversos factores, entre los que destacan la dificultad para acceder a un puesto de trabajo estable y suficientemente remunerado como para permitir la formación de un hogar y la imposibilidad, en muchos casos, de conciliar la vida laboral y familiar, han hecho que la mujer se plantee tener el primer hijo cada vez más tarde.
"El retraso de la edad materna por encima de los 30 años condiciona también las posibilidades de tener un segundo y tercer hijo. Las mujeres, por tanto, se enfrentan no solo a las dificultades para conseguir un primer embarazo sino que muchas veces tienen que renunciar a tener el número de hijos que hubieran deseado debido a que a partir de los 35 años disminuyen las probabilidades de gestación", apunta Aguirre.
Congelación de ovocitos
Ante estos hechos, las mujeres deberían buscar alguna alternativa para la preservación de la fertilidad. El método de preservación de la fertilidad se realiza mediante la vitrificación de ovocitos. Esta técnica consiste en la congelación ultrarrápida de estos gametos y se ha perfeccionado lo suficiente como para permitir una supervivencia alta de los óvulos tras su descongelación.
No obstante, también es preciso advertir que existen unos riesgos médicos derivados de la técnica de la vitrificación de los óvulos, puesto que la paciente debe someterse a una estimulación ovárica y a una extracción de ovocitos.
Además, hay que dejar constancia de que vitrificar los óvulos no garantiza totalmente posteriores gestaciones aunque, si se realiza la vitrificación antes de los 35 años, las posibilidades son muy altas. Por encima de los 38 años no está tan indicada la técnica puesto que la proporción de óvulos de buena calidad ya es muy baja.
Sin embargo y siendo conocedores de estos inconvenientes, si las tendencias sociales no cambian, el procedimiento de la vitrificación de óvulos podría paliar el fenómeno de disminución continua de la natalidad, falta de reemplazo generacional y envejecimiento progresivo de la población.
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