La
Clínica HLA Montpellier amplía su cartera de servicios de
Oftalmología con la incorporación de una nueva profesional, Blanca Ferrández, que cuenta con una larga experiencia, conversa sobre una de las dolencias oftalmológicas más comunes en España, la presbicia o vista cansada.
Según el Instituto Nacional de Estadística, la edad media de la población española es de 44 años y “a los 40-45 años se empieza a manifestar la
presbicia”, señala la especialista. “El cristalino es la lente original del ojo que nos permite enfocar los objetos a diferentes distancias. Para poder enfocar los objetos cercanos, varía su forma y su potencia óptica. Con la edad se produce una pérdida progresiva de la
elasticidad del cristalino, dando lugar una
mala visión de cerca”, señala la doctora.
La presbicia se diagnostica mediante un
examen ocular básico, en el cual se revisa la refracción previa del paciente y la necesidad de adicionar graduación para corregirla. La evaluación de la refracción determina si es miopía o hipermetropía, astigmatismo o presbicia. La especialista subraya que “los defectos refractivos como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo son
alteraciones oculares en las que la imagen no se enfoca de manera correcta en la retina, provocando visión borrosa. A estos defectos refractivos, ya presentes en el paciente, se les suma la presbicia, que es un proceso asociado al envejecimiento de las estructuras oculares”.
Tratamiento según las características de cada paciente
El objetivo del tratamiento es compensar la incapacidad de los ojos para
enfocar objetos cercanos. “Generalmente, la presbicia se corrige utilizando gafas de cerca, aunque también es posible corregirla de manera quirúrgica mediante láser o el uso de lentes intraoculares. Las lentes intraoculares pueden ser de varios tipos según el defecto refractivo previo que tenga cada paciente, pudiendo corregir la presbicia y la hipermetropía, miopía o astigmatismo previos”, explica Ferrández.
“Antes de la
cirugía, lo más importante es realizar un
estudio personalizado según las características de cada paciente (edad, profesión, requerimientos visuales…) para elegir la mejor opción quirúrgica en cada caso”, señala la doctora. Además, añade, “es recomendable realizar revisiones oftalmológicas periódicas a partir de los 40 años, no solo para detectar la presbicia, sino otras enfermedades oculares que pueden aparecer a partir de esa edad”.
La especialista puntualiza que durante los últimos años han tenido lugar grandes
avances en el sector de la oftalmología. “Esta especialidad ha experimentado una evolución considerable gracias a las nuevas tecnologías, que nos ayudan en el diagnóstico de enfermedades oculares, tales como la tomografía de coherencia óptica, indispensable actualmente en una consulta oftalmológica, así como el desarrollo de nuevos tratamientos médicos y quirúrgicos; lentes intraoculares, dispositivos para cirugía mínimamente invasiva de glaucoma o tratamientos intravítreos para control de enfermedades retinianas, entre otros”.
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