Expertos en el ámbito del
Derecho Sanitario reclaman por unanimidad y con carácter de urgencia la entrada en vigor de un
baremo específico de daños sanitarios, dado que el sector emplea, desde su aprobación en 1995, el
Sistema para la Valoración de los Daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de tráfico. El nuevo baremo de datos sanitarios debe recoger
algunas de las especifidades de la actividad sanitaria que el sistema de valoración vigente no contempla, por eso se solicita la creación de uno propio en sanidad.
“
La aplicación del baremo del automóvil supone problemas, evidentemente, y a pesar que en los últimos años se ha ido ampliando”, ha explicado el abogado
José Luis Consuegra durante la mesa, moderada por
Daniel Estévez, técnico de siniestros de Sham, que ha abordado la cuestión del nuevo baremo sanitario durante el segundo encuentro de la
Red Externa de Sham en España (REShE) organizado por
Sham.
Una de las ampliaciones más relevantes del baremo sobre accidentes de tráfico ha sido a través de la
ley 9/2004 que aumentó el número de secuelas. Más adelante, entró en vigor la
ley 35/2015, que señala que este baremo
“se aplicará para los heridos por asistencia sanitaria”. Consuegra ha lamentado durante su intervención que cuatro año después
“aún no existe ningún baremo que recoja la responsabilidad civil sanitaria”.
Las principales dificultades que surgen de la aplicación de este baremo es que
“no es específico” del sector. Por ello, el abogado ha insistido en que
la entrada en vigor de uno propio para daños sanitarios sería “sumamente útil”, al tiempo que ha aprovechado para poner sobre la mesa algunas sugerencias:
“que su aplicación sea menos farragosa y que tenga en cuenta el estado previo del paciente, dado que en las reclamaciones no se tiene en cuenta”.
Daniel Estévez, Ignacio Boj, José Luis Consuegra, Gonzalo Iturmendi y Enriqe Domínguez.
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Una cuestión urgente
Enrique Domínguez, médico perito del Servicio Andaluz de Salud (SAS), ha coincidido con Consuegra en la urgencia de tener un nuevo baremo sanitario y, además, ha considerado que su aplicación sea de tipo
"obligatorio". No obstante, ha reconocido que
“sin el baremo de tráfico nuestro día a día sería incluso peor”, aunque ha insistido en que
“no es suficiente porque no contempla las características propias de la actividad sanitaria”.
Asimismo, ha enumerado cuáles son
los cuatro aspectos fundamentales que debe aportar el nuevo baremo sanitario: consideración del
estado previo del paciente ante una reclamación, inclusión de la doctrina de l
a pérdida de oportunidad,
secuelas no contempladas hasta el momento -como las prótesis oculares y mamarias, o la extirpación de órganos como el esófago o las trompas de falopio- y el
daño moral por la vulneración del derecho a la información.
"En España se rige el principio compensatorio de reparación integral de daños"
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Por su parte, el abogado
Gonzalo Iturmendi del Bufete G. Iturmendi y Asociados, ha considerado que cuando se alcance un baremo sanitario en España deberá regirse por
el principio compensatorio de la reparación integral del daño que impera en el país,
con influencia progresiva de los remedios no compensatorios y excepcionalmente punitivos.
Apesar de que en nuestro país hay un consenso generalizado en la doctrina y la jurisprudencia que afirma que no hay daños punitivos, es decir, que más allá de resarcir al afectado buscan
penalizar al causante del daño de manera “ejemplarizante”, sí que existen “escenarios excepcionales” en los que sí que se ha aplicado, como es el caso de los atentados el
11-M, según ha explicado Iturmendi.
En este caso, la justicia española concedió
indemnizaciones punitivas a víctimas del terrorismo tras considerar que este tipo de crímenes contiene un “plus estigmatizante” para los afectados. Además,
un atentado “por sí solo genera una afectación social y psíquica que no se da en otros delitos”.
Aspecto de la sala durante el segundo encuentro REShE organizado por Sham.
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El nuevo baremo sanitario
Por último,
Ignacio Boj, abogado de Lexmor, ha cerrado la mesa hablando del
nuevo baremo sanitario que está en fase de desarrollo y el cual se basa, precisamente, en el principio de reparación integral del daño, aunque
sin valorar adecuadamente el impacto económico en indemnizaciones ni la tipología de los daños sanitarios. Los tres principios básicos en los que se está fundamentando el nuevo baremo son garantizar la
seguridad jurídica, salvaguardar la
sostenibilidad del sistema y proveer
indemnizaciones justas.
Durante su intervención también ha hecho balance del
impacto económico que tiene para las aseguradoras de responsabilidad civil sanitaria el uso del baremo de accidentes de tráfico. El dato llamativo es que los
fallecimientos sólo suponen el 0,3 por ciento de los casos, pero, a pesar de ello,
supone el 50 por ciento del gasto total de las compañías aseguradoras en indemnizaciones. O, por ejemplo, más equilibrado está el caso de las l
esiones permanentes, que son el 23,7 por ciento de los casos y
consumen el 35 por ciento de las compensaciones.
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