En
España, cada año se diagnostican más de 12.000 casos de cáncer de cabeza y cuello, que afectan especialmente a personas de entre
45 y 60 años y, en la mayoría de las ocasiones, en
estado avanzado a tenor de los datos de la
Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC). Aprovechando la conmemoración del
Día Mundial contra el Cáncer de Cabeza y Cuello,
Genesiscare, compañía internacional de tratamientos oncológicos, quiere
concienciar más sobre esta
patología.
Este cáncer continúa afectando a un gran número de personas en nuestro país, a pesar de que, en el último año,
uno de cada cinco casos de cáncer no se está diagnosticando debido a la
pandemia, según ha estimado la SEOM. Los motivos son, entre otros, que muchas personas que han presentado síntomas leves han decidido no prestar la requerida atención a causa del
contexto tan grave por el Covid-19.
El consumo de
alcohol y el tabaco son dos de los factores que están detrás de los tumores de cabeza y cuello, especialmente a los que afectan a la zona de la
laringe y faringe. Sin embargo, a lo largo de los últimos años se ha venido reportando un aumento en los casos de esta patología debido al
Virus del Papiloma Humano (VPH) de acuerdo con la SEORL-CCC. No obstante, también hay otras causas mucho menos frecuentes que pueden hacer aflorar estos tumores, como un déficit en
vitaminas A y C, una escasa higiene bucal o estar expuesto a las
radiaciones ultravioletas desencadenando un cáncer en el
labio inferior.
De este modo, los expertos de Genesiscare indican que, si se evitaran los hábitos del tabaco y del alcohol, el cáncer de cabeza y cuello podría ver
reducida su aparición en más del 80 por ciento. Asimismo, coinciden en la importancia de
la vacuna frente al VPH en relación con el incremento de casos en vista a la
actividad sexual, principalmente en los países subdesarrollados. Y, por último, han destacado que es clave llevar una
alimentación saludable y una vida sana.
Lucrecia Ruiz, oncóloga médica de Genesiscare, expone que “la cabeza y el cuello constituye una zona donde se concentran muchas estructuras anatómicas como lo son la faringe, la laringe, la cavidad nasal, la cavidad oral y las glándulas salivales. Por este motivo, las enfermedades que se originan en este sitio pueden tener diferentes síntomas de alarma,
desde afonía o cambios en el tono de la voz hasta molestias al tragar, llagas o lesiones en boca, aparición de nódulos en cuello entre otros”. Por ello, la doctora advierte que ante cualquiera de estas señales durante un tiempo prolongado
se debe acudir al médico.
Por su parte,
Jordi Craven-Bartle, oncólogo radioterápico del Centro 360 de Excelencia Oncológica GCCC (Genesiscare y Corachán), analiza el origen de estos tumores: “Generalmente comienzan en las células escamosas que revisten las superficies húmedas y mucosas del interior de la cabeza y el cuello, como dentro de la boca, la nariz o la garganta”. Asimismo, “por lo menos,
el 70 por ciento de los cánceres de cabeza y cuello son causados por el uso de tabaco y consumo de alcohol, asegura. Además, añade: “tan solo la exploración por parte del médico especialista ya permite evaluar la conveniencia de
biopsiar cualquier lesión sospechosa".
"Los ciudadanos deben recordar que
es primordial acudir al médico ante cualquier lesión persistente de la piel, sobre todo de zonas expuestas al sol, o úlcera de mucosa oral, orofaringe. Y aún más, ante una ronquera persistente o la aparición de nódulos en el cuello. Y es que
el 20 por ciento de los pacientes tratados o curados, tendrán un segundo tumor, por ello
la importancia de las revisiones periódicas por un experto en este tipo de tumores”.
Tratamiento
El plan de tratamiento para cada paciente se discute en un Comité Multidisciplinar con varios especialistas relacionados con la patología de Cáncer de Cabeza y Cuello como los
oncólogos clínicos, cirujanos de cabeza y cuello, y radiólogos, entre otros. La selección del tratamiento depende de varios factores, tales como la ubicación del tumor, el estadio del cáncer, la edad y la salud general de la persona. Dicho tratamiento puede incluir
cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia dirigida o una combinación de tratamientos.
“La radioterapia es fundamental y debe desarrollarse con
intensidad modulada ya que esto permite abordar los tumores con dosis radicales, pero protegiendo los órganos de riesgo que no se deben irradiar, como la médula espinal, las glándulas parótidas o la mandíbula”, asegura Ruiz. Por su parte,
Craven-Bartle subraya la importancia de que “el tratamiento de estos tumores lo lleven a cabo
unidades especializadas, ya que son zonas complejas con características muy específicas”.
Pronóstico
La respuesta al tratamiento es crucial para vaticinar
el éxito de la radioterapia, ya que varía según la persona y su estado de salud. Por ello, Craven-Bartle afirma que “si el paciente se encuentra en una edad no muy avanzada y es una persona con un buen estado general de salud,
las probabilidades de curación son más altas”.
En esta línea, Ruiz advierte que "el pronóstico depende de su extensión local y a distancia, y de las características de las células tumorales al ser analizadas por el patólogo, por lo que es muy importante el diagnóstico precoz ya que la tasa de supervivencia a 5 años en estadios localizados
alcanza hasta un 90 por ciento en ambos sexos”. Asimismo, destaca que
los cánceres de laringe y nasofaringe son los que mejor pronóstico presentan en tasas de recuperación.
Del mismo modo, cabe destacar como aspecto positivo que, en general
, los carcinomas asociados a VPH responden mejor al tratamiento que los producidos por el alcohol o el tabaco, por lo que las expectativas de curación son mayores, coinciden ambos especialistas.
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