Este miércoles, 21 de septiembre, se conmemora el
Día Mundial del Alzheimer, instituido por la
Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1994 y que se estima que en 2050 afectará a más de 150 millones de personas en todo el mundo. En España, según la Sociedad Española de Neurología, alrededor de
800.000 personas padecen esta enfermedad. Tal y como señala Rafael Arroyo González, jefe de Departamento de Neurología del complejo hospitalario
Ruber Juan Bravo y del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, "aunque la edad es el
principal factor de riesgo para desarrollar Alzheimer, esta enfermedad no es una consecuencia inevitable de envejecer".
La edad, por tanto, y ciertos aspectos genéticos, influyentes, pero no determinantes, se encuentran entre los
factores de riesgo para el desarrollo de la enfermedad. "Eso no lo podemos cambiar, por lo que hablamos de factores de riesgo no modificables", asegura el experto.
Existen otros factores que pueden influir en el
desarrollo de la enfermedad y que sí podemos tratar de mejorar. "Múltiples estudios relacionan la
salud cardiovascular con la salud cerebral, por lo que cobra especial relevancia aquello de que lo que es
bueno para el corazón, también es bueno para el cerebro", asegura Arroyo.
Control de factores de riesgo del Alzheimer
Así, controlando los factores de riesgo cerebro-cardiovascular, podremos ayudar a nuestro cerebro a prevenir el Alzheimer y al mismo tiempo mantener un cerebro sano. Para ello el Dr. Arroyo ofrece algunos consejos:
- Controlar la
hipertensión, el colesterol, la obesidad y la diabetes. Es importante llevar un buen control de los factores de riesgo cerebrovasculares.
- Seguir una
buena dieta en parte basada en nuestra
dieta mediterránea: aceite de oliva virgen extra, frutos secos, legumbres, verdura, fruta y pescado. Hay que evitar los alimentos procesados, las grasas saturadas y las carnes rojas y embutidos en exceso. "Estamos trabajando muy intensamente en
suplementos dietéticos que pudieran generar un entorno antinflamatorio cerebral y de prevención de enfermedades neurodegenerativas", apunta.
- Hacer
ejercicio físico adecuado y frecuente. Cualquier actividad física adaptada a las características de cada persona puede ser francamente neurosaludable.
- Plantear
retos a nuestra mente. Participar en talleres, cursos, leer o sencillamente resolver crucigramas son algunos ejemplos de actividades que podemos realizar en nuestro día a día y que nos ayudarán a mantener activo nuestro cerebro, entrenarlo.
- Tener una
vida social y emocional activa. Las relaciones sociales son excelentes para mantener activas las conexiones neuronales. Relacionarse y estar en contacto con el entorno familiar y el círculo de amigos, así como conocer gente nueva, es beneficioso para nuestro cerebro.
-
Dormir y descansar suficiente (nuestro cerebro funciona mucho más rápido y mejor si hemos dormido bien.
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