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El seguro de Salud descarta penalizar a quienes no se vacunen del Covid-19

Desde el sector se apela al trabajo para "convencer" a toda la población de los beneficios de la vacunación

Para lograr la inmunidad de grupo será fundamental que los países logren convencer a toda la población.

01 jun 2021. 11.15H
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POR ANDREA PÉREZ | SONIA NAVARRO
Donuts, cervezas, tarjetas regalo, sorteos de becas para la Universidad, pizzas… Los países de todo el mundo están poniéndose manos a la obra para convencer al porcentaje de población que todavía se resiste a la vacuna del Covid-19. Los incentivos para animarlos no dejan de sorprender. Pero no solo eso, también se habla de limitar actividades solo a los vacunados o cobrar una prima más alta en los seguros de salud a aquellos que no estén inoculados, tal y como recoge un reciente estudio publicado en The New England Journal of Medicine.

Sobre esta última idea, la sanidad privada española ya se han pronunciado al respecto y no apoyan una medida en ese sentido. "No debemos penalizar a la gente que no se quiera vacunar. El trabajo y el esfuerzo es convencer para que se vacunen, nos tenemos que vacunar todos", ha afirmado la Fundación IDIS.

El seguro de Salud no aplica sobreprimas por "condiciones particulares"


Por su parte, las principales aseguradoras de Salud de nuestro país descartan aplicar esta medida de incentivación. Como han confirmado a este periódico, ninguna se plantea llevar a cabo este modelo para "penalizar" a aquellos que hayan descartado vacunarse contra el Covid.

En ese sentido recalcan que, por "regla general", el seguro de salud en España calcula sus primas por grupos de edad y "no aplica sobreprimas a los asegurados en función de sus condiciones particulares de salud, sus hábitos de vida más o menos saludables o su situación respecto a cualquier vacuna".

Entre los motivos, explican que todavía no ha habido un acceso generalizado a la vacuna por parte de la población española, por lo que no ven aplicable un "aumento" de la prima en el momento de la contratación del seguro de Salud para aquellos que no estén vacunados.

¿Son buenos los incentivos a la hora de vacunar?


El estudio 'Incentivos para la inmunidad' aborda diferentes maneras de alcanzar con la vacunación a toda la ciudadanía. En Estados Unidos ya están percibiendo un frenazo en las inoculaciones. Según los datos del análisis, se ha sufrido una desaceleración y se ha pasado de inyectar 3,38 millones de vacunas el 13 de abril a 2 millones en mayo. Aproximadamente un 47 por ciento de los estadounidenses tienen al menos una dosis, pero la inmunidad colectiva no se conseguirá si no son el 80 por ciento. Este público que queda es el más difícil de convencer.

"Los incentivos son útiles en situaciones en las que los cambios de comportamiento pueden reducir los gastos sanitarios futuros. En el caso de la vacunación Covid-19, el rendimiento positivo de los incentivos puede ser considerable. Solo en los Estados Unidos, los costes de la pandemia se estiman en más de 16 billones de dólares", señala este análisis publicado en la revista The New England Journal of Medicine.

Además, se ha demostrado que los incentivos pueden cambiar incluso los comportamientos de salud intratables, como el tabaquismo y la inactividad física (aunque las personas pueden volver a esos comportamientos cuando terminan los incentivos). Por lo tanto, los incentivos son particularmente efectivos para cambiar comportamientos únicos, como es el tema de las vacunas.

En esta misma línea, dadas las bajas tasas de vacunación y la necesidad social de poner fin a la pandemia, los incentivos económicos serían una de las opciones más atractivas. "Especialmente si un programa basado en incentivos se centra en grupos con tasas de vacunación persistentemente bajas. Algunas personas que son reacias a vacunarse pueden optar por vacunarse ‘debido al incentivo’", explica el documento.

Estrategias más allá de los incentivos


No obstante, hay que pensar en el futuro, en las dosis de recuerdo y en el coste sanitario que el Covid seguirá suponiendo. En este sentido, este estudio recoge tres alternativas para lograr animar a ese sector de la población más reacio:

- Trabajos en los que sea obligatorio vacunarse. Las organizaciones que atienden a los pacientes (como residencias u hospitales) podrían exigir la vacunación de Covid para sus empleados. “Ninguna estrategia de intervención es más eficaz que requerir la vacunación”, subrayan.

- Limitar actividades a solo vacunados. El acceso a actividades que impliquen un contacto cercano de persona a persona podría otorgarse solo a las personas vacunadas. Esto ya se está llevando a cabo en la asistencia en vivo al draft de la Liga Nacional de Fútbol, ​​los viajes de verano a la Unión Europea o la inscripción a colegios y universidades residenciales el próximo otoño.

- Subir las primas de seguros. Una tercera opción es aumentar las primas de los seguros de vida y de salud para las personas que renuncian a la vacunación. “Este enfoque podría redistribuir los mayores costes de atención médica esperados de una manera que sea justa para las personas que ya han sido vacunadas”, concretan en este análisis.


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