El sector espera la nueva licitación de Muface "antes del 31 de enero"

La cuenta atrás para Muface ha vuelto a empezar. La mutualidad, que estos días vive una crisis sin precedentes, vuelve a enfrentarse a los dos mismos escenarios a los que lleva haciendo cara desde octubre. Desaparecer o sobrevivir. Y, ahora, con el nuevo informe del Ministerio de Sanidad 'Muface: del seguro privado al Sistema Nacional de Salud (SNS)' en el que se plantea la posibilidad de derivar a a 1,5 millones de personas adscritas al concierto sanitario al sistema sanitario público, la muerte del modelo comienza a ser una realidad. Las aseguradoras se han mostrado prudentes. Fuentes del sector han confirmado a Redacción Médica que la licitación de Muface llegará antes del 31 de enero de 2025. 

La fecha ya está marcada tanto en el calendario del Gobierno como en el de las tres entidades. "En las pocas conversaciones que hemos tenido con el Gobierno desde que rechazamos continuar en la mutualidad nos han asegurado que para entonces pondrán sobre la mesa una propuesta", han afirmado fuentes de estas entidades. No obstante, no manejan ni un día ni una hora concreta en la que se podrá decir adiós o dar la bienvenida, de nuevo, a Muface. Tan solo conocen la fecha límite. 

El informe de la AIReF

Hasta el momento sobrevuela el concierto sanitario. Mientras el Gobierno debate la continuidad de éste y establece una nueva oferta económica para las aseguradoras de cara a la licitación exprés en la que trabaja desde el 5 de noviembre, cuando Asisa, Adeslas y DKV rechazaron continuar en el concierto, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) se encuentra elaborando un estudio sobre la viabilidad y sostenibilidad económica de Muface. 

Para las firmas aseguradoras, los resultados de este informe, que han de presentarse antes de que acabe el año -y antes de que finalice el contrato de la mutualidad- no están vinculados con la actual situación del modelo. "La propia AIReF ya explicó cuando comenzó a realizar el documento que su propósito era analizar la eficiciencia del mutualismo", reiteran fuentes del sector. En este sentido, las empresas dicen desconocer si el Gobierno va a esperar a conocer los resultados para tomar una decisión sobre la viabilidad de Muface o si, por el contrario, eligirá entre la continuidad o el fin de Muface antes de la publicación de los mismos. 

"Tan solo pensamos en la licitación exprés", han asegurado fuentes de estas aseguradoras en reiteradas ocasiones. "Muface son sus condiciones económicas, pero también su cartera de mutualistas, el equipamiento necesario... Necesitamos una prima que sea lo más ajustada posible a nuestras posibilidades", han confiado a este medio. No obstante, no han querido esclarecer una cifra exacta, a pesar de que el pasado verano dos de las tres compañías ya alertaron de que la cuantía de la nueva prima debería ascender al 40 por ciento. 

Sanidad prepara el fin del modelo

Ninguna de las tres aseguradoras han querido hacer declaraciones sobre el informe del Ministerio de Sanidad en el que se plantea el trasvase de 1,5 millones de personas al Sistema Nacional de Salud (SNS). Tampoco han querido opinar sobre si este paso puede llegar a suponer un colapso de la sanidad pública. Lo que sí han hecho es reiterar su compromiso en Muface: aseguran que estudiarán la próxima licitación, que esperan desde el pasado 5 de noviembre, y confían en poder tener las mejores condiciones para seguir en el modelo. 

La crisis de Muface lleva meses fraguándose. A principios de verano, la Dirección General de la mutualidad deslizó que la prima para el siguiente bienio del concierto (2025-2026) rondaría el 27 por ciento. Por entonces no hubo una respuesta clara por parte de las aseguradoras, aunque dos de ellas lanzaron la petición de que la cuantía rondará el 40 por ciento para poder sufragar sus pérdidas. Pero poco después, en octubre, las negociaciones por la continuidad de Muface se encontraron con su primer escollo. Fue entonces cuando el Gobierno hizo pública su primera propuesta: un incremento del 14 por ciento. La oferta fue rechazada en unanimidad por Asisa, Adeslas y DKV. Además, la sanidad privada y los sindicatos acusaron al Ejecutivo de "planear el fin deliberado de Muface en los despachos". 

Una semana después llegó la segunda -y última- propuesta. El Ministerio para la Función Pública propuso un aumento el 17,2 por ciento, la cuantía más alta de la historia de Muface. La oferta fue aprobada en el Consejo de Ministros y pasó a licitación. Sin embargo, ya entonces las entidades alertaron de que "no iba a ser suficiente". 

El 5 de noviembre Muface estalló por los aires. DKV, Adeslas y Asisa, por ese orden, rechazaron seguir en el concierto y la licitación quedó desierta. Los nervios comenzaron a florecer. Los sindicatos mostraron su nerviosismo a la Dirección General del modelo, que se vio obligada a convocar de carácter urgente al Consejo General de Muface. En dicha reunión, que tuvo lugar el 7 de noviembre, no se sacaron grandes conclusiones. El Gobierno, que ya había anunciado para entonces que trabajaba en una nueva licitación para antes de que finalizase el actual concierto [31 de diciembre, aunque es el 31 de enero cuando finaliza el proceso de permutas], tan solo dijo que garantizaría la sanidad de esas 1,5 millones de personas que se verían afectadas por el fin de Muface. ¿Cómo? Solo explicó que disponía de los "mecanismos suficientes" para hacer frente al problema y que están vigentes en la Ley de Contratos del Servicio Público. 

Redacción Médica ha leído la norma y ha podido esclarecer un detalle. Ese mecanismo en el que se puede escudar el Ejecutivo es la prórroga forzosa, una herramienta con la que el Ministerio para la Función Pública podría obligar a Asisa, Adeslas y DKV a seguir prestando asistencia sanitaria a los mutualistas hasta nueve después de la finalización del contrato. 

El último escollo en la vida de Muface ha tenido lugar este lunes. Ese ha sido el día en el que el Ministerio de Sanidad ha hecho público el informe de impacto en el que ha estado trabajando desde el 'no' a las aseguradoras. En él establece las distintas líneas a seguir para el desmantelamiento de la mutualidad, que estos días roza sus 50 años de historia. El documento establece que, a partir del 1 de enero de 2025, comenzaría un trasvase de 1,5 millones de mutualistas al sistema sanitaria público. El secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, además, ha confirmado que "es una medida perfectamente viable" y ha aludido a que los integrantes de Muface solo representan el 2,1 por ciento de la población. No obstante, Muface no depende del Ministerio de Sanidad. Quien tiene las competencias de la mutualidad es la cartera capitaneada por Óscar López, ministro de Función Pública. 

Mientras Muface se debate entre sobrevivivir o desaparecer, entre la vida o la muerte, un millón y medio de personas se mantienen en vilo. Su futuro sanitario pende de la decisión que tome el Gobierno en las próximas semanas porque el tiempo de la mutualidad llega a su fin. Y es para entonces, para fin de año, cuando tendrá que haber una respuesta clara sobre la mesa.