La
incontinencia urinaria es una de las secuelas funcionales asociadas a la cirugía radical de próstata por enfermedad oncológica que afecta de forma importante a la calidad de vida del paciente. La disponibilidad del
esfínter urinario artificial ha demostrado
un éxito a largo plazo en el tratamiento de este trastorno de entre el 60 por ciento y el 90 por ciento de los casos y una satisfacción en los pacientes del 87 por ciento, cuando se trata de incontinencia urinaria de esfuerzo. Sin embargo, es fundamental que el implante sea llevado a cabo por equipos experimentados tanto en la intervención como en la post-cirugía, ya que para que el funcionamiento sea el idóneo, el paciente debe haber sido adiestrado en su utilización.
Así se ha puesto de manifiesto durante la reunión del comité de Innovación de la
Fundación IDIS (
Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad), en la que miembros del equipo de
Boston Scientific mostraron a los representantes del Patronato los beneficios de este tratamiento, con la ayuda de
Miguel A. Jiménez Cidre, jefe de Sección de Patología Vesical Funcional y Oncológica del Hospital Universitario Ramón y Cajal, y
Enrique Lledó, responsable de la Unidad del Varón del Servicio de Urología de Vithas Hospital Nuestra Señora de América.
Meike Bomhof, senior vice-president Europe, Hull Associates, recalcó, por su parte, la importancia de que sean los urólogos especialistas los que realicen este procedimiento, de los que hay en España 25, así como la experiencia acumulada durante 40 años con el esfínter urinario, a cuya implantación son candidatos unos 650 pacientes al año.
Avances en trombosis venosa profunda
Como parte del desarrollo llevado a cabo en los últimos años por parte de Boston Scientific, se presentaron también a los miembros del Patronato de la Fundación IDIS los resultados obtenidos con el
catéter dirigible AngiojetTM ZelanteTM en el tratamiento de la trombosis venosa profunda (trombolisis farmacomecánica).
José Urbano, radiólogo intervencionista de Vithas Hospital Nisa Pardo de Aravaca, explicó los
beneficios de tratar de esta forma la patología que se resumen en reducción del
síndrome postrombótico y descenso de costes, además de cifras más bajas de pacientes con anticoagulación. En cualquier caso, como también aseguró el doctor Urbano, el procedimiento tiene sus indicaciones concretas, como la
flegmasia cerulea (isquemia venosa profunda), la trombosis muy sintomática, la trombosis aguda de la vena porta y la existencia de un riesgo elevado de desarrollar síndrome postrombótico.
El director general de la Fundación IDIS,
Manuel Vilches, agradeció al equipo de Boston Scientific y a los especialistas que participaron en la reunión sus intervenciones que son, una vez más, “muestra de la inquietud por ofrecer soluciones que permitan a los clínicos disponer de alternativas y poder colaborar en la
mejora de la calidad de vida de los pacientes”.
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