En concreto, las muestras histológicas se preparan de la forma habitual hasta que las laminillas se introducen en un escáner que las digitaliza con una resolución muy alta. El escáner utiliza un microscopio con el objetivo de mayor calidad del mercado, de veinte aumentos, pan-apocromático y con lentes de fluorita con un robot que mueve las laminillas con gran precisión. Cada laminilla da lugar a archivos de alta resolución de entre 200 y 300 megabytes que se almacenan en un servidor.
A este servidor acceden las estaciones de trabajo de los patólogos que, a través de un 'software' de gestión, organiza las muestras que deben diagnosticar. "Una vez elegida cada prueba que vamos a estudiar, se abre en una pantalla de alta resolución donde vemos la muestra igual que si lo hiciéramos a través del microscopio. Nos podemos mover a través de la muestra, acercarnos o alejarnos al igual que lo haría con el microscopio", ha explicado el jefe del servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Agustín Acevedo.
Además, prosigue, la tecnología digital permite aplicar algoritmos a la imagen que nos ayudan en el diagnóstico. "Por ejemplo en muestras de cáncer de mama ayuda a contabilizar las células que estén dividiéndose. Este dato es muy importante, porque el índice de proliferación ayuda a establecer el tratamiento más adecuado y a personalizarlo para cada paciente", ha comentado.
Mejora la comunicación de datos
De hecho, tener los cortes de tejido digitalizados ayuda a compartir estas pruebas entre patólogos, sin importar la distancia, a preparar las reuniones de trabajo (comités de tumores o sesiones) y facilita la docencia.
"Se puede consultar de inmediato con compañeros que estén a muchos kilómetros de distancia a los que sólo les envío un hipervínculo y pueden ver las muestras como lo hago yo en mi ordenador. Esto me ayuda también a preparar los comités de tumores y a ofrecer a los alumnos ejemplos de forma muy sencilla", ha enfatizado el doctor Acevedo, que cree que el "sistema de patología digital, y su integración dentro de la red de Labco Pathology, ofrece una nueva filosofía de trabajo que facilita una verdadera gestión de conocimiento que aprovecha los recursos donde se encuentran. El patólogo ya no tiene que estar vinculado físicamente al sitio donde se estén realizando los preparados".
Y es que, este sistema garantiza que la anatomía patológica funcione como una unidad homogénea en los Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y en el Complejo Hospitalario Ruber Juan Bravo, como ocurre ya en otras especialidades como Radiología, Cirugía o Ginecología.
"Aunque las imágenes se vean en pantalla en vez de en un microscopio, el patólogo ha de aplicar su experiencia y su conocimiento para realizar un dictamen acertado. Las nuevas herramientas ayudan a acceder más fácilmente a las pruebas, tener más información de ellas a compartirlas con compañeros e, incluso, comparar cómo ha evolucionado un paciente; por ejemplo, en el seguimiento de los tumores se pueden comparar los cambios celulares y moleculares durante las recaídas o las variaciones en la intensidad de los cambios en las biopsias de procesos inflamatorios. Todo para poder ofrecer un tratamiento más personalizado", ha zanjado.