Oftalmólogos de
IMO Grupo Miranza advierten que el 85% de las personas que duermen poco, tienen una mala calidad del sueño u otras alteraciones del descanso, como el
insomnio, padecen la enfermedad del ojo seco. Esta es una de las conclusiones del Proyecto ojo seco, un estudio que la clínica ha llevado a cabo entre 2019 y 2023, en colaboración con
AdSalutem (Instituto del Sueño).
La córnea, superficie ocular carente de vasos sanguíneos, se nutre de los que se hallan en el párpado superior (conjuntiva), lo que permite que la película lagrimal se regenere durante las horas de sueño. De esta forma, según el estudio clínico, la falta de sueño puede incidir en esta “puesta a punto” de la córnea, dando lugar a un cuadro de
sequedad ocular.
Según
Cecilia Salinas, oftalmóloga de IMO Grupo Miranza, y una de las investigadoras principales del estudio, “ciertas personas no cierran el ojo por completo durante el sueño, dejándolo expuesto al exterior e impidiendo, por tanto, que el párpado pueda cumplir su función anatómica de
proteger la superficie del ojo correctamente. Este hecho, hace que aparezca o empeore la sequedad ocular”.
Asimismo, la especialista advierte que esta no es la única condición que relaciona párpados y ojo seco. “Existe un síndrome conocido como
párpado laxo (flácido), que puede detectarse fácilmente en una exploración oftalmológica rutinaria y que, frecuentemente, está ligado a
enfermedades pulmonares crónicas, también asociadas con el sueño. Cuando lo detectamos en la consulta oftalmológica, recomendamos al paciente que visite también al médico generalista y al oftalmólogo oculoplástico, ya que, al mismo tiempo, provoca mal cierre palpebral nocturno”, aclara Salinas.
¿Qué provoca el ojo seco?
Cuando el ojo seco ya se manifiesta, las molestias que genera dificultan la conciliación y mantenimiento del sueño, lo que desencadena
un círculo vicioso que empeora tanto el descanso como la sequedad ocular. De hecho, otro de los aspectos que el Proyecto ojo seco destaca es que una mayor severidad del ojo seco está relacionada con una peor calidad y eficiencia del sueño.
Más allá del sueño, la oftalmóloga de IMO Grupo Miranza recuerda que existen otras condiciones que pueden estar implicadas en el ojo seco, como una enfermedad multifactorial. En este sentido, señala que las más frecuentes son la edad, ya que la incidencia aumenta conforme envejecemos (especialmente,
en mujeres, después de la menopausia), ciertos fármacos (
antidepresivos o antipsicóticos) y algunas
enfermedades autoinmunes, como la artritis reumatoide o el
síndrome de Sjögren, estrechamente ligado al ojo seco.
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