Desde el pasado mes de febrero, y a partir del
acuerdo de colaboración desarrollado con Philips, todos los diagnósticos de muestras de tejido humano de los servicios de Anatomía Patológica de los hospitales universitarios Fundación Jiménez Díaz, Rey Juan Carlos, Infanta Elena y General de Villalba
se realizan de forma digital.
Este
"salto tecnológico" -dicen- no sólo implica una “importante innovación en la organización del diagnóstico, sino un verdadero
“cambio en la forma de abordar la Medicina", asegura Federico Rojo, jefe del Servicio de Anatomía Patológica de la Fundación Jiménez Díaz.
Se trata de un paso definitivo en la
digitalización de los servicios de Anatomía Patológica que este grupo de hospitales ha dado con la
adquisición de la solución Philips IntelliSite Pathology ya que ya permite que las cerca de 200.000 muestras de tejido de más de 100.000 pacientes que se procesan en total cada año en sus laboratorios se conviertan en
ficheros digitales de alta resolución.
Precisión en los diagnósticos
Gracias a esta nueva tecnología,
el trabajo de patólogos, clínicos, expertos en tecnologías de la información e instituciones se verá facilitado ya que los especialistas pueden trabajar en red, tener acceso en cualquier momento a toda la base de datos de imágenes para consultar casos similares y compartir las imágenes analizadas con otros facultativos de forma inmediata.
“La incorporación de esta forma de trabajar en digital no sólo mejora la calidad en el diagnóstico -añade el también director del Biobanco del Instituto de Investigación Sanitaria de la Fundación Jiménez Díaz-Universidad Autónoma de Madrid-, sino que tiene aspectos muy relevantes para la mejora asistencial de nuestros pacientes: aumenta la eficiencia de los profesionales de nuestra especialidad, permite trabajar con mayor rapidez y precisión y mejora los diagnósticos”.
Unos beneficios en los que también insiste Pablo Cannata, especialista del Servicio de Anatomía Patológica de la Fundación Jiménez Díaz, al subrayar
su aplicación sobre todas las muestras de cualquier especialidad analizadas en el servicio, no sólo las procesadas en parafina -la mayoría-, sino incluso las biopsias intraoperatorias, en las que el cirujano necesita un resultado rápido del patólogo para tomar una decisión en el propio quirófano.
Acceso a la patología computacional
En palabras de Cannata, esta tecnología “ayuda a dinamizar mejor el proceso, e incluye nuevos protocolos que
hacen que nuestros diagnósticos sean mucho más eficaces y precisos mediante superposición de imágenes y análisis de patrones de éstas, además de más rápidos, al haber contribuido también a mejorar los flujos de trabajo para
detectar casos positivos e informarlos de forma más ágil de forma que el clínico tenga el resultado antes y pueda decidir qué hacer”.
“Se trata de un sistema revolucionario que no consiste sólo en cambiar el microscopio por la pantalla del ordenador, sino que implica un salto de la patología digital a la computacional”, insiste el patólogo. Y es que, adicionalmente,
la iniciativa permitirá también el desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial que se podrán aplicar a la citada base de datos agregada de imagen digital e información de los pacientes para “automatizar el proceso diagnóstico, analizar y comparar imágenes y detectar y reconocer patrones asociados a patologías concretas, ayudando así a una mayor rapidez, precisión, eficacia y calidad en nuestros diagnósticos”, y posicionándonos a la cabeza mundial en el
diagnóstico histopatológico basado en la patología computacional y las nuevas tecnologías, subraya el Rojo.
El statu quo de la Anatomía Patológica
Si se tienen en cuenta los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los nuevos casos de cáncer podrían aumentar un 70 por ciento, de 14 millones en 2012 a 22 millones en las próximas dos décadas.
El tabaquismo, los hábitos de vida poco saludables y el envejecimiento de la población son los principales responsables del aumento exponencial del trabajo de los patólogos, responsables del diagnóstico que determina el tratamiento y pronóstico de los pacientes oncológicos.
Además del aumento del volumen de trabajo de estos especialistas, el sistema sanitario se enfrenta a otro desafío importante:
la escasez creciente de patólogos en el mundo, ya que el número de especialistas en Anatomía Patológica disminuyó un 10,4 por ciento tan sólo entre 2008 y 2013, y el 60,7 por ciento de estos expertos tienen hoy en día 55 años o más.
Dada la creciente complejidad del diagnóstico histopatológico al que se enfrentan los especialistas, frecuentemente
son necesarias sesiones de consulta para la confirmación del posible diagnóstico. Asimismo, con el diagnóstico patológico no digital, la logística de gestión de las solicitudes de segundas opiniones es compleja, implica costes elevados y retrasa el diagnóstico.
Este escenario pone de relieve la
importancia estratégica del paso hacia la digitalización de sus servicios de Anatomía Patológica dado por los citados cuatro hospitales y la creación de la base de datos agregada de imágenes digitales en el marco de un acuerdo de investigación pionero que incluye estudios periódicos sobre las mejoras y eficiencias generadas y avances constantes. “La evolución y el aprendizaje es continuo porque se están diseñando e incorporando al software permanentemente nuevas herramientas que nos van a seguir ayudando”, concluye el Cannata.
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