Apenas se les menciona, pero los
profesionales de la sanidad privada están combatiendo codo con codo con los de la
pública al
coronavirus Covid-19 (atienden a
l 20 por ciento de pacientes hospitalizados). Desde hace semanas, sanidad pública y sanidad privada trabajan bajo un mando único, el del
Ministerio de Sanidad. Sin embargo, su nivel de implicación es muy diferente según la comunidad autónoma, ya que aún
hay regiones donde se ha optado por no incorporar a la privada en el tratamiento de pacientes con coronavirus.
Además,
si el Estado no toma medidas e inyecta liquidez en los centros sanitarios privados que están combatiendo el coronavirus, muchos de ellos
podrían terminar quebrando. Sin embargo, el
Ministerio de Sanidad ya ha mostrado a la sanidad privada su disposición a ayudarles en esta situación tan complicada, transmitiéndole en una carta su intención de tomar medidas para el sector. El presidente de la
Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, apunta en esta entrevista a
Redacción Médica cómo está viviendo el sector la
pandemia de coronavirus.
¿Cómo valora las decisiones tomadas por el Gobierno contra la epidemia de coronavirus?
Ahora mismo tenemos un problema grave, que es el
número de pacientes contagiados. Un problema que es mucho más grave si no contamos con los equipos y medidas necesarios. Faltan equipos para proteger al personal sanitario y medidas
que nos ayuden a poder continuar en la batalla. Las personas que están en la alta dirección a nivel político tienen que atender a las necesidades del día a día, pero también tienen que anticipar que esto va a llegar al final de mayo. Por tanto, el Gobierno no puede pensar solo en la siguiente semana, sino que debe
dar soporte a todos aquellos que estamos combatiendo el coronavirus para que se puedan pagar las nóminas de los trabajadores. Sería muy injusto que, además, en una situación de este tipo,
no pudiéramos pagarles.
¿Qué está suponiendo para la sanidad privada esta situación inédita?
Primero, una puesta a disposición de los recursos total y absoluto. Que la diferenciación entre lo público y lo privado sea inexistente. Está suponiendo una
entrega total de los profesionales de la sanidad privada.
Desde el Gobierno parece que se obvia la labor de la sanidad privada en esta guerra contra el coronavirus. ¿Cree que la sanidad privada merece más reconocimiento del que está recibiendo?
Carlos Rus: "Antes de empezar a llenar hospitales de campaña hay que contar con los hospitales y con las plazas que tienen los hospitales privados".
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Echamos de menos que pierdan el miedo, cuando se habla de los recursos, a mencionar los públicos y privados.
Parece en ocasiones que se evita nombrar a la sanidad privada. Creo que es
necesario
reconocer a la privada el papel que está desempeñando y que las autoridades pierdan el miedo a mencionarnos y a hablar de lo que estamos aportando. Porque nosotros estamos manteniéndonos en línea con todo lo que nos piden. Pero va pasando el tiempo y empezamos a necesitar su apoyo y su respuesta.
¿Se ha contado lo suficiente con la sanidad privada en la toma de decisiones gubernamentales para enfrentar esta pandemia?
Hemos partido de una toma de decisiones previa. Echamos en falta que cuando se va a tomar alguna medida sobre el sector se cuente con nuestra opinión. Nosotros no hemos parado de lanzar comunicados, opiniones y hemos participado también en la
elaboración de los protocolos y en su mejora, y ese canal de comunicación lo tenemos. Pero
lo tenemos muchas veces a posteriori. Lo tenemos que tener antes, porque así las cosas saldrían mejor. No se puede tomar decisiones sin hacer partícipes a los implicados.
¿Qué comunidades autónomas siguen sin incorporar a la sanidad privada en el tratamiento de pacientes con coronavirus? ¿Qué le parece esta postura?
Fundamentalmente, lo que más me llama la atención dentro de las grandes comunidades autónomas, aquellas en las que tenemos una mayor presencia por parte de la privada, es que todavía
no se haya creado una mesa de coordinación autonómica con la Comunidad Valenciana. Sí hay un canal de información, sí hay un
trasvase de información pero no hay una mesa de coordinación conjunta. La derivación de pacientes va siguiendo la misma ruta en todas las CCAA. A medida que los recursos públicos empiezan a saturarse, empiezan a derivar pacientes a la privada. Lo que sí entendemos es que
antes de empezar a llenar hospitales de campaña hay que contar con los centros y con las plazas que tienen los hospitales privados. Que se generen como medida preventiva hospitales de campaña en comunidades autónomas donde todavía el avance de la enfermedad no es grande, es comprensible, pero
hay que disponer de todos los recursos. Y nosotros estamos a disposición, primero por voluntad, y después porque se nos ha solicitado que
desprogramemos toda la actividad que no tenga un carácter urgente.
¿Cómo se está viviendo esta epidemia en los grupos hospitalarios privados? ¿Qué 'feedback' le dan?
Con
muchísima implicación y mucha preocupación. Tanto por la atención a los pacientes, como por la falta de medios y el futuro. Ya hemos hablado de los equipos de protección, pero el
Consejo de Ministros ha tomado una serie de decisiones en las que no se ha contado con el empresariado. Desde nuestro punto de vista es acertado que haya un mayor confinamiento, pero lo que no pueden hacer es
condenar a un sector de forma generalizada sin darle herramientas, teniendo en cuenta que
más de un 70 por ciento de los centros sanitarios privados no tienen un carácter esencial y deben permanecer cerrados por orden de las propias comunidades autónomas, excepto para atender urgencias.
¿Cree que esta pandemia marcará un antes y un después en la sanidad privada?
"El sector de la privada va a pasarlo mal si no se le ayuda, estamos actuando sin solicitar ninguna contraprestación y con la fábrica a todo trapo"
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Si queremos sacarle algo positivo a esta pandemia es el trabajo codo con codo que se está dando entre la sanidad pública y los centros sanitarios privados. Se está
tejiendo una cooperación, un contacto y un conocimiento muy importante, muy positivo. Va a haber un antes y un después, desde luego. También hay que reconocer que con las medidas que se están tomando hasta ahora va a haber una
destrucción muy importante de centros sanitarios privados pequeños. Los grandes también van a pasarlo mal. Van a pasarlo mal si no se toman las medidas necesarias para ayudar a un sector que está actuando sin solicitar ninguna contraprestación y con la fábrica a todo trapo.
¿Qué va a suponer la pandemia de coronavirus para nuestro sistema sanitario en general? ¿De qué forma lo va a cambiar?
Una experiencia así, sorpresiva e inesperada, nos va a cambiar sin duda. Esto va a generar una enseñanza muy importante, que hará que como país podamos dotarnos de
herramientas para epidemias futuras y que haya una
mejor planificación y coordinación público-privada. Ahora se ha necesitado que se hagan una serie de inventarios sobre los recursos que tiene la sanidad privada que estoy seguro de que después de esta crisis, van a estar en poder de las CCAA y va a facilitar mucho más la capacidad de reacción.
A nivel personal, ¿qué ha supuesto esta pandemia para Carlos Rus?
Jornadas maratonianas,
no saber muchas veces si es jueves, viernes o lunes. Y estar muy pendientes de las necesidades del sector. Desde buscar mascarillas, test, atención a medios de comunicación, interlocución con las administraciones autonómicas… Hemos hecho de todo, hemos ayudado a hacer inventario y en fin, estamos colaborando en todo aquello que nos solicitan nuestros centros… Yo no estoy dentro de un hospital, que es
donde creo que a muchos nos gustaría estar para ayudar, pero también hay que hacer esta labor de apoyar y de coordinar.
¿Saldemos reforzados como sociedad, o por el contrario nacerá una sociedad más acobardada?
Presidente de ASPE: "Es el momento de poner el motor de la solidaridad al mil por mil".
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Somos solidarios y si de verdad cada uno hace la parte que nos toca en esta crisis como sociedad vamos a salir muy reforzados. La
intervención que hacía el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, cuando se le increpaba por haber enviado equipos a Madrid… esa intervención la avalo al cien por cien.
Hay cierta falta de solidaridad y una falta de conciencia de lo que se vive en comunidades como Madrid o Cataluña. Como país tenemos que actuar todos a una. Si ahora mismo es Madrid la que necesita ayuda, volquémonos en ayudar a Madrid y en que Madrid lo supere.
Ahora es el momento de poner el motor de solidaridad al mil por mil. En 10 días o 15 días, es probable que el problema de suministros haya menguado de una forma espectacular. Es en estas etapas donde la solidaridad debe estar muy presente, hay que olvidarse de hacer política y hacer la mejor gestión posible.
¿Estamos ante el fin de una era o como dice Eclesiastés: “Lo que fue, eso será; lo que se hizo, eso se hará. Nada nuevo hay bajo el sol”?
Yo espero que dentro de unos meses, podamos mirar atrás y hayamos aprendido mucho de lo que estamos viviendo y volvamos a la normalidad, con los deberes aprendidos y el trabajo hecho. Y
que cada uno se examine a sí mismo, ahora y después.
¿Cómo lleva la cuarentena?
Trabajando más que de sol a sol e intentando aprovechar los momentos que tengo
para disfrutar de mi familia y de mis hijos, que son 5. Tres de ellos menores de 4 años. Cada vez se valora más el tener un rato al día, media hora o una hora, aunque sea, para poder disponer de ella. Estamos echándole mucha imaginación en casa, mi mujer prepara teatros y distintos juegos y a los niños les viene muy bien.
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