Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Fundación IDIS), confía en que
Muface se salvará. Así lo ha expuesto en una de sus redes sociales donde ha manifestado que "más allá de la opinión emitida desde el Ministerio de Sanidad en relación con la facilidad con la que las comunidades autónomas podrían
asumir la demanda que implicará el fin del modelo", ve que la parte socialista del gobierno tiene intención de
"meter fondos para que el modelo continúe por ahora".
No obstante, Abarca ha reflexionado mucho sobre la
situación de Muface "que está generando
un gran nivel de incertidumbre y especulación con respecto a su renovación o la posibilidad de
aplicar una prórroga forzosa a las aseguradoras si no se produjera el primer supuesto". Según ha detallado, al final quien sufre sobre todo esta situación son los pacientes.
"Sobre todo los funcionarios que llevan desde siempre en la sanidad privada, que
tienen su historial y sus médicos de confianza en este sector, temen que de repente les cambien el paso y se tengan que ir al sector público de forma obligatoria. Con su edad y sus antecedentes las
aseguradoras no les van a poder mantener el seguro ni aunque sea pagándolo salvo que les recorten mucho las prestaciones. Sea como fuere, para ellos no es plato de buen gusto porque llevan
décadas amarrados al sector sanitario privado", ha valorado.
De hecho, Abarca ha asegurado que la incertidumbre va a ir haciendo que el modelo
vaya "perdiendo visibilidad de cara al futuro". En palabras del presidente de la
Fundación IDIS, la falta de seguridad en su continuidad a largo plazo hace muy difícil que los jóvenes funcionarios y sus beneficiarios
encuentren algún tipo de motivación para elegir al sector privado: "Lo más probable es que elijan el sector público (se ahorran entre cosas los copagos de más de los medicamentos) y con ese dinerillo se hagan una
póliza de seguro para las gestiones del día a día".
El gran reto del sistema sanitario español
Por todo ello, para este gestor sanitario el gran reto es ahora que se
mejore la productividad del sector sanitario público para hacerlo más accesible y que se promueva que los pacientes puedan ir entre el sector público y privado. "Garantizando su continuidad asistencial para lo que no quieran o puedan
asegurarse en el sector privado pueda ser complementado en el sector público. Sólo así se podrá conseguir aprovechar al máximo los recursos y que nuestro modelo de bienestar social pueda mirar al futuro con buenas perspectivas", ha apuntado
Esta opción está en la línea de
lo que han propuesto los sindicatos, quienes han instado al Ministerio para la Función Pública a hacer una ronda de reuniones conjuntas con ellos mismos para elaborar
un plan de viabilidad de la sanidad del funcionariado "para
no tener que vivir con la misma incertidumbre cada dos o tres años".
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