"Los sanitarios se han dado cuenta de que son vulnerables emocionalmente"

La salud mental de los sanitarios, tras casi dos años combatiendo contra las consecuencias de la pandemia del Covid-19, sigue siendo uno de los principales objetos de estudio de los expertos. En este tiempo, como recoge Uniteco, "han llorado de angustia, de miedo y de frustración mientras se enfrentaban a un virus del que, al principio, poco o nada se sabía". Todo ello, unido a las cifras de contagios que se han producido en los centros sanitarios, las posteriores bajas y, en consecuencia, la carga de trabajo que ha desembocado en un deterioro notorio a nivel psicológico.

Después de seis olas de coronavirus, la pandemia ha mermado la salud mental de los profesionales y, actualmente, nueve de cada 10 trabajadores de la salud sufren las consecuencias del virus. “La pandemia ha cambiado el orden de prioridades de la gente y, en este contexto, la salud mental ha cobrado mucha importancia. Quizá antes estaba un poco olvidada”, comenta Miguel Álvarez de Mon, psicoterapeuta en el Hospital Infanta Leonor.

La ansiedad, el estrés, la fatiga, la saturación, el insomnio o la depresión, son algunas de las patologías que han llegado a sus vidas para quedarse durante más tiempo del que esperaban. “Los profesionales sanitarios se han dado cuenta de que son vulnerables a nivel emocional. Generalmente se sentían inmunes”, reconoce el experto . Por lo tanto, asegura que garantizar intervenciones por parte de los especialistas psicoterapeutas a los sanitarios ayudará a prever, afrontar y vencer dificultades. Así, todo ello repercutirá tanto en la salud mental de los propios médicos y en la de sus pacientes, advierte.

Estudios científicos de Hubei (China) publicados el pasado año sobre el impacto psicológico del coronavirus, muestran las dificultades a las que se han enfrentado los profesionales de la salud mientras se confirma el deterioro de su salud mental. Según los datos de la investigación, aquellos sanitarios que habían estado tratando a enfermos covid registraron unos niveles más altos de insomnio (47,8 por ciento), ansiedad (15,7 por ciento), y depresión (14,3 por ciento) que aquellos que no lo hicieron. “Además, de todo ello destacaría la frustración y la desmotivación con la situación”, añade Álvarez de Mon.

Más estrés en profesionales de primera línea contra el covid

Un estrés que, según afirma Uniteco, aumenta en función del número de horas de trabajo. Las mayores cifras se recogen en la UCI y en Urgencias, es decir, todos aquellos profesionales de la salud que vivieron el virus en primera línea. Además, las especialidades médicas más dañadas son Geriatría y Neumología. 

Con respecto a la ansiedad, las enfermeras están siendo uno de los colectivos más afectados. A causa de las preocupaciones continuas producidas por la pandemia, el porcentaje de insomnio se disparó sobre todo en mujeres mayores de 35 años. Y, en este sentido, numerosos estudios y expertos confirman que las horas de sueño son fundamentales para garantizar el rendimiento de las personas, reducir la fatiga y recuperar la energía empleada.

“No se puede vivir contantemente en la inmediatez, eso quema a cualquiera”, aclara el psicoterapeuta. Estos últimos dos años los sanitarios han estado sujetos a grandes tensiones y a una sobrecarga de trabajo que ha repercutido en su salud mental, ha recordado la compañía. Ante cualquier situación posible, los problemas mencionados acerca de la salud mental "pueden llegar a comprometer las decisiones y el modo de actuar de nuestros sanitarios en situaciones críticas".

El miedo al contagio, la falta de equipos de protección adecuados, la indecisión, la sobreinformación, la falta de horas de sueño y la poca existencia de pautas claras de actuación son indicios que han demostrado, con el paso de los meses, la presencia de consecuencias en su salud mental. Por ello, Uniteco destaca que "debe considerarse esencial cuidar a los que nos cuidan. A los que velan día a día por nuestra salud". “Es fundamental que los profesionales se vuelvan a ilusionar y disfruten con su labor asistencial”, señala por su parte Álvarez de Mon. Por ello, sería importante centrar esfuerzos en intervenciones psicológicas para todo el personal sanitario. "Si ellos no están bien, ¿quién lo estará?", subraya, llamando a la acción.