El
Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino se conmemora el 26 de marzo de cada año con el objetivo de concienciar a todas las mujeres del mundo de la importancia de prevenir la aparición de esta enfermedad, teniendo en cuenta que, con un diagnóstico oportuno, se podrían revertir las cifras, que cada vez cobran más vidas.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, el cáncer de cuello uterino es el
cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo, con una incidencia estimada de 604.000 nuevos casos y 342.000 muertes en 2020.
Con motivo de esta fecha Concha Blasco, ginecóloga en HLA Montpellier y Centro Médico HLA Zaragoza, ha anlizado los síntomas, factores de riesgo y prevención en este tipo de cáncer.
¿Qué es el cáncer de cuello uterino y cuáles son sus causas?
Es una enfermedad oncológica o de desorden celular que afecta al cérvix o cuello uterino. El útero o matriz se compone de dos partes, el cuerpo y el cuello, y parte del cérvix está inmersa dentro de la vagina, esto significa que está en contacto con la regla, con las secreciones de flujo o leucorrea, con el eyaculado en caso de relaciones sin preservativo, microtraumatismos, cambios de pH o cambios tras el parto, ya que forma parte del canal del parto. Así que es una
estructura muy importante del aparato genital femenino.
La mayor parte de los cánceres de cuello se deben a
infección por VPH, virus del papiloma humano, que en caso de causar una lesión que no se curase y fuese progresando, primero daría lugar a un precáncer o displasia de cérvix, H-SIL, L-SIL y, si evolucionara con el tiempo sin tratamiento,
finalizaría en un cáncer de cuello uterino.
¿A quién afecta esta patología?
Esta patología puede afectar a todas las personas que entren en contacto con el virus mediante cualquier tipo de relaciones sexuales, por ello en la actualidad existe un programa de vacunación a todos los niños
a partir de los 12 años.
¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar cáncer de cuello uterino?
Infección por VPH, inicio precoz de relaciones sexuales, mantener relaciones sexuales sin protección, verrugas genitales, infecciones vaginales de repetición, tabaquismo, sistema inmunitario debilitado o padecer enfermedades autoinmunes.
¿Cuál es su sintomatología?
El cáncer de cérvix
en su inicio no produce síntomas, de ahí la importancia de acudir a las campañas de vacunación y de prevención. Los síntomas que se manifiestan en estadio temprano son sangrado vaginal con las relaciones sexuales o coitorragia, sangrados intermenstruales o pequeñas manchas llamadas spoting. En estadios más avanzados, dolor pélvico, sangrados sin ciclo, olor desagradable, emisión de flujo sanguinolento por vagina. En los estadios muy avanzados astenia, cansancio, dolor de espalda, sangrados por orina o recto...
¿Cómo se puede prevenir el cáncer de cuello uterino?
La mejor prevención es la
vacunación VPH en niños antes del inicio de relaciones sexuales. La prevención secundaria es acudir a las campañas de screening o de detección del cáncer de cérvix, que empieza a los 25 años. Las personas entre 25 y 65 deberán hacerse dichas pruebas, según el protocolo o indicación del facultativo que realiza dichas pruebas.
"Las pruebas diagnósticas que se utilizan para detectar el cáncer de cérvix son la biopsia y la conización"
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Una paciente vacunada contra el VPH, ¿necesita hacerse una prueba de detección de cáncer de cuello uterino?
Las pacientes vacunadas para el VPH entran en el mismo protocolo de valoración y de 'screening'. Cuando se lleven muchos años con grupos vacunados y conforme a los estudios de investigación que se están realizando cambiarán los protocolos, pero hoy en día lo más importante de momento es
recordar que todas las mujeres se tienen que realizar las pruebas que están programadas según los grupos de edad.
¿Qué pruebas diagnósticas se realizan para detectarlo?
Las pruebas diagnósticas que se utilizan para detectar el cáncer de cérvix son la
biopsia y la conización. La biopsia se realiza en consulta, cuando la citología y el VPH nos han dado un resultado alterado o positivo, es decir, existe una sospecha clínica de que puede haber una displasia o precáncer L-SIL o H-SIL, o un cáncer de cérvix.
¿Qué papel desempeña la revisión ginecológica anual? ¿Es suficiente una revisión al año?
Las revisiones ginecológicas son fundamentales para
detectar a tiempo lesiones precancerosas antes de su evolución a cáncer. La revisión anual no es solamente para prevenir el cáncer de cérvix, de hecho, con los protocolos actuales, si el VPH es negativo y la citología normal, la paciente podría realizar un nuevo VPH cada cinco años, pero la revisión anual es mucho más que eso, se trata de prevenir otros cánceres como el de mama, endometrio u ovario, infecciones, etc., asesoramiento en materia de planificación familiar, menopausia... En definitiva, del cuidado integral y preventivo de las enfermedades de la mujer.
¿Qué tratamiento se aplica en fases tempranas de la enfermedad?
En las fases tempranas de la enfermedad existe la llamada conización o la biopsia de cono, procedimiento diagnóstico y terapéutico en el que se extirpa una porción de cérvix que contiene las células cancerosas. Si los bordes de la pieza quirúrgica son negativos se denominan márgenes libres y la mujer pasará entonces a control minucioso por parte de su facultativo.
Si los márgenes están afectados, en función de la edad de la paciente y el deseo de preservar la fertilidad, aunque el cáncer haya crecido hacia los vasos sanguíneos o linfáticos, (invasión linfovascular) se actuará más o menos agresivamente, desde la ampliación del cono o segunda conización a histerectomía total simple. Cuando el cáncer ha invadido vasos linfáticos y se ha hecho infiltrante hay que someterse a una histerectomía radical junto con la extirpación de ganglios linfáticos pélvicos. En casos avanzados se utiliza la
radioterapia como tratamiento principal o después de los tratamientos quirúrgicos, y también la quimioterapia, que ayuda a que la radiación sea más eficaz.
¿Qué avances e investigaciones han tenido lugar los últimos años sobre el cáncer de cuello uterino?
La inmunoterapia o los medicamentos para reforzar el sistema inmunitario de la persona destruye las células cancerosas en caso de tumores avanzados. Algunos medicamentos como los
anticuerpos monoclonales son medicamentos dirigidos a bloquear proteínas específicas de células cancerosas para frenar su desarrollo, las CAR-T Cells. Hay muchas esperanzas en todas estas terapias, muchas de ellas en estudios experimentales y ensayos clínicos son el futuro de la cura de este cáncer.
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