La
cirugía refractiva, aquella empleada para corregir o mejorar los defectos refractivos que provocan mala visión a una o varias distancias, es una de las operaciones más seguras en la actualidad. Así lo explica el especialista en Córnea, Catarata, Cirugía Refractiva y Superficie Ocular de Vissum Grupo Miranza,
Jorge Alió del Barrio, que añade que el riesgo de tener una complicación grave con ella es hasta cien veces menor que tenerla al
usar lentillas.
En una entrevista con
Redacción Médica, el experto narra cómo esta cirugía ya es una
ventaja económica y sanitaria, así como las principales técnicas utilizadas y para
qué pacientes están más indicadas.
¿Los españoles cuidan su salud ocular? ¿Van al oftalmólogo más o menos que otros ciudadanos europeos?
En líneas generales, en comparación con otros países hay bastante conciencia de que hay que hacerse
revisiones oftalmólógicas. Esto es en parte porque España ha sido un país bastante pionero a nivel histórico de la
Oftalmología.
Ha habido muy
grandes oftalmólogos históricos que han marcado hitos importantes de la historia de la especialidad médica. Eso ha hecho que haya una fuerte tradición oftalmológica en la sociedad española y eso ha llevado a que los pacientes en general tengan conciencia de revisarse periódicamente. Obviamente hay áreas de la población donde puede que el acceso sea menor, pero comparativamente sin duda es mayor por la tradición oftalmológica que tiene España.
¿Está en aumento el número de pacientes que acceden a una cirugía para mejorar su vista?
Sí, de hecho, la previsión es que siga aumentando. En 2010, aproximadamente el 30 por ciento de la población era miope, pero se estima que en 2050 el 50 por ciento de la población lo sea. Esto no es más que la selección natural, es decir, antes éramos cazadores y la visión dominante era la de lejos, pero ahora nuestra visión dominante es la de cerca, debido a los ordenadores, tablets, etc.
Ese sobreuso de la acomodación es un estímulo para
el crecimiento de la miopía y por eso, unido a ciertos factores genéticos, se estima que para 2050 el 50 por ciento de la población va a ser miope o gran miope. En ese contexto, la miopía va a ser una una pandemia, lo que va a llevar, de hecho ya se está produciendo, a un incremento progresivo de lo que es la
cirugía refractiva.
"En 2050, el 50 por ciento de la población será miope"
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Usted es experto en cirugía refractiva, ¿en qué casos la recomienda? ¿Qué patologías oculares puede evitar?
Por cirugía refractiva entendemos la corrección de defectos de graduación. Un defecto de graduación son las
gafas, las dioptrías, es la potencia que le falta al ojo para hacer una actividad en concreto. Es decir, es la fuerza que le falta al ojo para ver en determinadas circunstancias y, según el tipo de potencia que le falta, hablamos de
miopía, hipermetropía o astigmatismo.
La cirugía refractiva lo que hace es una corrección definitiva de eso, le da al ojo el ajuste de potencia que necesita para corregir ese defecto. Hay diferentes formas de hacerlo: con
láser o con lentes intraoculares.
Dentro de las técnicas de lentes intraoculares se encuentran
las fáquicas, que es básicamente que se pone una lente y no se saca nada; y las
pseudofáquicas, en las que se sustituye la lente natural del ojo por una lente artificial. El láser se puede hacer a casi todo el mundo, siempre hay contraindicaciones, porque el láser hace un
pulido de la córnea y depende del estado de cada una. Hay casos en los que se puede hacer y casos que no. Pero casi siempre se puede poner una lente.
A día de hoy, aquellos pacientes que llegan a la consulta y les decimos que no podemos hacer nada
son menos del 1 por ciento.
¿Hacia dónde avanza esta cirugía? ¿Cuál es el futuro? ¿Se eliminará en algún momento las gafas graduadas y las lentillas?
Nunca se va a poder decir que es el
fin de las gafas y las lentillas. De hecho, yo abronco bastante a los pacientes que llevan lentillas y no gafas, ya que el problema de eso es que la falta de gafas les lleva a un sobreuso de las lentillas y eso es lo que lleva a las complicaciones. Es una actitud de excesivo riesgo médico. El ojo necesita descansar.
Obviamente nunca vamos a poder hablar de desaparición del todo porque la persona va a necesitar llevar gafas o lentillas hasta que se opere. Y además
la operación tiene que esperar a que la graduación del ojo esté estable, así que las gafas y las lentiillas van a coexistir inevitablemente con nosotros.
"La cirugía refractiva es una de las intervenciones más seguras que existen en toda la Medicina"
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¿Cuáles son las técnicas más utilizadas con láser?
A grandes rasgos, hay tres técnicas que son el
SMILE, LASIK y PRK. Nosotros las hacemos todas en función de lo que consideramos mejor para cada paciente, porque todas ellas tienen su aplicación.
Por ejemplo, en LASIK y SMILE sale rápida y
no hay dolor posoperatorio, pero exigen del ojo un poco más, una mayor normalidad. Si vemos que hay la mínima duda, hacemos una PRK. Es igual de efectiva, solo que el posoperatorio es un poquito peor, hay dolor los dos primeros días, pero así nos aseguramos de que sea
seguro.
¿Cree que la cirugía ocular con esta tecnología es una operación segura?
Un tema importante es que la gente no sabe el riesgo. La cirugía refractiva es de las intervenciones más seguras que existen en toda la Medicina.
De hecho, el riesgo de tener una complicación grave con cirugía refractiva láser es entre diez y cien veces menor al riesgo de una complicación grave usando lentillas. Es decir, cuando una
persona se pone lentillas está asumiendo más riesgo que operándose.
La cirugía refractiva es
una ventaja tanto a nivel económico como a nivel sanitario. A nivel sanitario, como decía, trae menos riesgos que las lentillas y por tanto, es un ahorro económico porque evita complicaciones, infecciones, cicatrices, pérdida de visión irreversible
, bajas laborales, etcétera. Pero es que además, también está demostrado con estudios científicos de coste-efectividad que el paciente en tres años ha recuperado la inversión de la cirugía refractiva. Por tanto, al final es una
ventaja económica y sanitaria.
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