El 16 de septiembre se celebra el
Día Internacional de la Cardiología Intervencionista, una fecha proclamada por la
ONU con el objetivo de mejorar la salud de las personas y aumentar la esperanza de vida en el mundo.
Según la
Organización Mundial de la Salud, las enfermedades no transmisibles (ENT), como las cardiovasculares (infartos de miocardio o los accidentes cerebrovasculares), los cánceres, las enfermedades respiratorias crónicas (como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, el asma o las neumopatías crónicas) y la diabetes, ocasionan más del
70 por ciento de todas las
muertes del mundo. Por otro lado, tal y como revela un estudio realizado por la
Sociedad Española de Cardiología, en nuestro país, el
intervencionismo coronario creció durante 2019 un 4,5 por ciento y la media nacional se sitúa en 1.610 por millón de habitantes.
Para saber más acerca de la Cardiología intervencionista hemos hablado con
Gabriel Galache, cardiólogo de la
Clínica HLA Montpellier.
¿En qué consiste la cardiología intervencionista y qué patologías se tratan con mayor frecuencia?
La cardiología intervencionista es una
subespecialización de la
cardiología que se centra en la actuación de forma percutánea (punción a través de la piel mediante aguja) sobre diferentes estructuras del corazón, arterias, venas, septos interauriculares o interventriculares, válvulas, otras estructuras como la aorta, orejuela izquierda… Todo ello a través de un
acceso percutáneo.
Las patologías que abordamos desde el punto de vista intervencionista percutáneo con mayor frecuencia hoy en día son la
enfermedad isquémica coronaria, el diagnóstico y seguimiento de pacientes en
insuficiencia cardiaca y
trasplantados, los estudios diagnósticos previos a la cirugía valvular y en los últimos años el intervencionismo estructural percutáneo de la enfermedad valvular mitral, aórtica y pulmonar, así como de los defectos del septo y la aorta (coartación).
¿Cómo ha mejorado esta subespecialidad la calidad de vida de los pacientes?
Algunos procedimientos no logran en todos los casos aumentar el
pronóstico vital, pero todos consiguen mejorar la sintomatología y por lo tanto, mejorar la calidad de vida de los pacientes. En este momento se actúa sobre patologías que antes solamente tenían un abordaje quirúrgico con intervenciones muy importantes, con esternotomía media, necesidad de parar el corazón y máquina de circulación extracorpórea, etc. Ahora una gran parte de estos pacientes son intervenidos por
acceso percutáneo, menos cruentas y con estancias hospitalarias y recuperaciones tras el ingreso más rápidas, que permiten una
vuelta a la actividad física y laboral habitual casi inmediata tras las intervenciones.
¿Qué técnicas se utilizan en el abordaje de la cardiología intervencionista?
El acceso percutáneo se realiza a través de una punción simple de la piel y colocación de un introductor a través del que avanzan los
catéteres que son unos tubos más largos que llegan hasta la zona del corazón y se manejan desde el exterior. Dependiendo del procedimiento a realizar, puede variar el abordaje. Habitualmente los
procedimientos diagnósticos cardiacos y coronarios intervencionistas que son los más frecuentes se realizan por acceso o punción arterial radial y los cateterismos diagnósticos venosos por acceso antecubital (zona anterior del codo), es decir, por la extremidad superior izquierda.
Los procedimientos estructurales que requieren
calibres de catéteres mayores para el implante de los dispositivos que se usan (cierres de comunicaciones interauriculares, cierre de orejuela, TAVIs…), precisan en su mayoría accesos por vasos con mayor diámetro y por lo tanto se suele utilizar el acceso venoso o arterial femorales y excepcionalmente subclavio.
¿Cómo ha sido la evolución de la cardiología intervencionista en estos últimos años?
La colaboración en la
investigación que han realizado las empresas dedicadas a este campo ha permitido un desarrollo exponencial. En la cardiopatía isquémica, con el desarrollo de las
prótesis coronarias y con los
stents farmacoactivos de última generación, más finos y con mayor navegabilidad.
Quizá donde mayor ha sido la evolución de nuestra subespecialidad es en la parte del
intervencionismo estructural, que es el que trata patologías de partes del corazón como las válvulas, septos interauriculares, aorta, cavidades cardiacas, etc. que antes tenían únicamente solución mediante intervención quirúrgica. Hoy en día una parte de los procedimientos que se hacían operando se pueden hacer por punción periférica y acceso con catéteres. Y no solo eso, ahora pacientes que no eran candidatos por edad y con morbilidades asociadas a una intervención quirúrgica con circulación extracorpórea, se benefician de estos
procedimientos estructurales que les
alargan la vida y por supuesto les
mejoran la calidad de esta.
¿La mayoría de los problemas coronarios ya tienen solución?
En la actualidad el 90 por ciento de la
enfermedad coronaria es tratable con intervencionismo y el implante de stents. Solo unos pocos de casos como el tronco común izquierdo distal o la enfermedad multivaso, sobre todo cuando hay oclusiones crónicas de algunos de los vasos, son claros candidatos a la revascularización quirúrgica. El resto de los casos de enfermedad coronaria son abordables por acceso percutáneo y angioplastia. Las nuevas generaciones de stents y los recientes avances en las guías de angioplastia y balones de dilatación permiten
acceder a lesiones que antes era impensable.
¿Qué medidas aconseja para prevenir las enfermedades cardiovasculares?
Como primera medida sería el control de los factores de
riesgo cardiovascular clásicos:
-
No fumar, o en su caso, dejar de fumar.
-
Control de la tensión arterial en pacientes hipertensos. Si no es hipertenso, revisar a partir de los 40 años de forma anual.
-
Control del colesterol cada 3-4 años en la población general hacia los 25-30 años, salvo que existan otros factores de riesgo cardiovascular; en este caso debería ser anual o bianual.
-
La diabetes es un factor de riesgo muy determinante para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Se recomiendan controles a partir de los 40 años o antes si hay otros factores de riesgo cardiovascular. Para disminuir la incidencia de esta se debe evitar el sobrepeso, controlar el tipo de alimentación y revisión más estricta si hay antecedentes familiares de diabetes.
-
Realizar una dieta cardiosaludable que a su vez actúa sobre la presión arterial, el colesterol y reduce el riesgo de tener diabetes tipo 2. Se recomienda por un lado la dieta mediterránea: frutas, verduras, legumbres, aceite de oliva, carnes y pescados magros, lácteos desnatados, etc. Por otro lado, reducir la ingesta de sal, azúcares, hidratos de carbono procesados, alcohol, grasas saturadas (carne roja, lácteos enteros, quesos, etc.) y grasas trans.
-
Practicar actividad física regular y evitar el sedentarismo reduce el riesgo de la enfermedad cardiovascular al actuar también sobre los factores de riesgo (tensión arterial, diabetes tipo 2, sobrepeso, aumento del colesterol HDL).
-
Por último, realizar controles médicos con cierta frecuencia disminuye la incidencia de eventos cardiacos y vasculares al detectar de forma precoz la aparición de factores de riesgo, inicio de enfermedad coronaria o afecciones valvulares, etc.
La Clínica HLA Montpellier dispone de un área de Cardiología Integrada para el diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades cardiovasculares. ¿De qué medios técnicos dispone el hospital para abordar el intervencionismo hemodinámico?
La
Clínica HLA Montpellier dispone de una
moderna sala de hemodinámica híbrida (permite intervencionismo cardiaco y radiología intervencionista) Allura Clarity FD20, que permite la realización de cualquier tipo de procedimiento percutáneo: cateterismo diagnóstico (izquierdo y derecho) intervencionista coronario, incluyendo los más complejos como pueden ser las oclusiones crónicas y por supuesto el intervencionismo estructural en cualquiera de sus modalidades.
En esta unidad hemos realizado
cientos de procedimientos de
cateterismo tanto diagnóstico como intervencionista (incluyendo el complejo), así como también todo tipo de procedimientos de intervencionismo estructural, desde cierres de foramen oval permeable, cierres de comunicación interauricular, implantes de TAVI (válvula aórtica transapical percutáneo), implante de stents en la coartación aórtica, cierres de orejuela izquierda, etc.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.