Esta semana se ha conmemorado el
Día Mundial de la Alergia, que tiene como objetivo de concienciar a la población general sobre la importancia de educar para la prevención de las enfermedades causadas por las alergias, así como de la búsqueda de tratamientos efectivos que mejoren la calidad de vida de las personas que las padecen.
Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, las enfermedades alérgicas por pólenes afectan en nuestro país a más de ocho millones de personas. Pero la Alergología abarca también el estudio de trastornos localizados en distintos órganos o sistemas como el tracto respiratorio, el tracto digestivo o la piel, entre otros. Beatriz Pola, médico especialista en Alergología de
HLA Centro Médico Zaragoza, explica que “la alergia al polen es la más extendida, pero existen otro tipo de alergias, como los inhalantes (epitelios de animales, ácaros del polvo), el hongo de la humedad, determinados alimentos y fármacos o incluso el contacto con metales, cosméticos, etc.”
Los pacientes alérgicos deben llevar un control médico de su patología con un especialista, que supervisa el cumplimiento del tratamiento. “Ante la
mínima sospecha de alergia hay que acudir al especialista. El estudio de alergia no es invasivo, se realiza rápidamente y es necesario para indicar un diagnóstico a los pacientes y lo que deben evitar para no sufrir otros episodios alérgicos”, señala la médica.
Estudio de alergias
El prick test es la prueba más conocida para acceder al estudio de alergia. Estas pruebas cutáneas se realizan en la piel con el fin de identificar sustancias que puedan causar una reacción alérgica en el paciente y están consideradas como el
método ideal para diagnosticar posibles alergias a sustancias, ya que se trata de un proceso muy seguro y fiable en cuanto a resultados. Se llevan a cabo mediante la aplicación de distintos alérgenos con una punción en el antebrazo. Para las alergias respiratorias, la doctora señala que se realizan espirometrías, una técnica de medición de la función pulmonar para el diagnóstico del asma bronquial.
Otro tipo de pruebas, como las epicutáneas, están destinadas a demostrar que las lesiones que padece el paciente en la piel están provocadas por alguna sustancia de aplicación directa o indirecta sobre la misma. Consisten en la
colocación de unos apósitos o parches en la espalda que contienen cantidades estandarizadas de alérgenos (sustancias responsables de la aparición de las reacciones de hipersensibilidad o alergia). Como explica Pola, el paciente lleva los parches puestos durante 48 horas y en ocasiones se realiza una segunda lectura a las 72 horas.
Por otro lado, las pruebas de exposición, provocación o tolerancia para la alergia consisten en exponer a una persona a la
sustancia sospechosa de ser la causante de su alergia bajo circunstancias controladas y de la forma más parecida a la exposición natural que provocó la reacción, como a determinados alimentos o medicamentos. Además, el alergólogo puede solicitar una analítica de sangre para medir la cantidad total de anticuerpos IgE en la sangre o cuántos anticuerpos IgE produce el cuerpo en respuesta a un solo alérgeno.
Diferentes tratamientos según la alergia
Según explica la médica,
una alergia puede aparecer en cualquier época de la vida. “Las alergias alimentarias suelen aparecer en la infancia, pero también pueden aparecer en la edad adulta. En los últimos años hemos visto sensibilizaciones a edades más tempranas, por ejemplo, niños de 3 o 4 años que ya se han sensibilizado a algún polen”. El tratamiento se indica según el tipo de alergia que tiene el paciente. Por ejemplo, para las alergias inhalantes, se recomiendan antihistamínicos, colirios e inhaladores, con el objetivo de paliar los síntomas del paciente cuando se expone al alérgeno.
Para las alergias graves o las que no se alivian por completo con otro tratamiento, el médico puede recomendar la inmunoterapia con alérgenos.
Este tratamiento implica una serie de inyecciones de extractos de alérgenos purificados, usualmente administrados durante un período que dura unos años.
El factor genético influye en el desarrollo de alergias, así como el estilo de vida (higiene, exposición a contaminación, etc.). “Los contactos que va teniendo cada persona a lo largo de su vida generan un perfil alérgico. Un paciente
no puede hacerse alérgico a un agente con el que nunca ha estado en contacto, necesita uno o varios contactos previos para desarrollar dicha alergia”, señala la especialista.
En la Unidad de Alergología de HLA Centro Médico Zaragoza, los especialistas llevan a cabo los métodos diagnósticos y terapéuticos para asegurar la valoración médica, seguimiento y adecuado tratamiento de los pacientes adultos y pediátricos con patologías alérgicas.
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