La tesis de la pediatra murciana Elisabeth Gómez reafirma la importancia de seguir tomando conciencia de la indicación de finalización del embarazo basado en evidencias científicas para disminuir la morbimortalidad infantil y sus repercusiones posteriores.
Tras un estudio observacional y prospectivo en el que comparaba a los niños nacidos prematuros tardíos con aquellos nacidos a término en el Hospital Santa Lucía de Cartagena, ha constatado que la morbilidad neonatal es mayor en los primeros.
Así, los datos reflejan que la tasa de prematuros tardíos en el Área de Salud cartaginero es del 3,8 por ciento, lo que representa el 67,8 por ciento de la prematuridad, algo inferior a la descrita en la literatura. Algunos factores que incrementan el riesgo de parto prematuro incluyen la edad, la raza, el peso y los hábitos poco saludables.
El nacimiento puede adelantarse si la embarazada padece hipertensión, cardiopatías o diabetes, si ha sufrido partos prematuros o abortos, infecciones vaginales y urinarias que no son tratadas adecuadamente, o complicaciones durante el embarazo como son los sangrados o la preclampsia, entre otros.
Recomienda el test de Denver-II
Elisabeth Gómez constata tras su estudios que los prematuros tardíos presentaron retraso en la adquisición del lenguaje propositivo comparada con los nacidos a término y recomienda el test de Denver-II como herramienta rápida y sencilla para detectar fallos en el desarrollo psicomotor y que serían de utilidad para los controles de salud para estos niños.
Además, la pediatra concluye que los pretérmino tardíos presentan un desarrollo ponderoestatural semejante a los nacidos a término a partir del segundo semestre de vida y, aunque si bien presentan mayor contenido graso que los nacidos a término, la diferencia no es significativa.
Sí que les atribuye una ganancia de peso más rápida en el primer semestre de vida lo que influye positivamente en el contenido de masa grasa al año de vida lo que llevaría a plantear que no es favorable una ganancia de peso rápida para estos niños durante ese periodo de tiempo.
En general, los prematuros tardíos tienen tasas más altas de hospitalización al nacimiento, de reingreso en el periodo neonatal y durante el primer año de vida y corren más riesgo de afectación en el neurodesarrollo a largo plazo.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.