La muerte del recién nacido no solo resulta traumática para los padres. Tampoco escapa al dolor el profesional sanitario, muchas veces desbordado por el dramatismo de la situación, más notorio en esta especialidad por la corta edad de los pacientes.
Por eso, un grupo de trabajo interdisciplinario del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha elaborado una guía dirigida al personal sanitario implicado en el tratamiento de niños recién nacidos en riesgo de muerte, para homogeneizar los cuidados de las criaturas y afrontar el duelo si se da el caso.
A partir del título Guía de Atención y Acompañamiento al final de la vida para profesionales, el documento se basa en las ‘Recomendaciones sobre toma de decisiones y cuidados al final de la vida en Neonatología’, del grupo de trabajo de Ética de la Sociedad Española de Neonatología, según han precisado fuentes del hospital.
La guía se presenta como la más completa de España en su terreno, según el hospital, y pretende dar al personal sanitario implicado en el tratamiento de los niños las herramientas necesarias para afrontar la muerte de los recién nacidos o bebés, uno de los momentos más duros de su práctica profesional.
Una de las autoras de la guía, la médica Yolanda Castilla, ha explicado que, en el recién nacido, no resulta nada fácil conseguir la transición hacia el cuidado paliativo “y no siempre se inician en el momento adecuado y se mantiene de forma continua y homogénea”. “Esta inconsistencia causa sufrimiento moral en los profesionales de las unidades neonatales”, ha explicado.
Una comunicación fluida y frecuente
La incertidumbre sobre la evolución de estos pequeños pacientes y la falta de tratamientos efectivos en determinadas condiciones “generan situaciones difíciles que hacen que haya riesgo para el profesional de experimentar sufrimiento moral”, ha indicado Castilla.
Para afrontar esta parte del trabajo, la nueva guía recomienda una comunicación fluida y frecuente con los padres de los pacientes y una buena atención psicológica para el padre y la madre.
Además, se apuesta por la atención integral al niño y a la familia como unidad de tratamiento, la búsqueda del bienestar y calidad de vida del recién nacido y el apoyo emocional a la familia por parte del equipo de profesionales del hospital.
Castilla ha explicado que, para elaborar la guía, se ha creado un grupo de trabajo formado por pediatras, neonatólogos, personal de Enfermería, técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería y una psicóloga experta en duelo perinatal.
La especialista ha indicado que otros centros ya han solicitado poder disponer de la nueva guía, para revisarla y adaptarla a la realidad de su entorno.
Además, Vall d'Hebron cuenta con un Grupo Interdisciplinario de reflexión sobre las vivencias de pérdida en la Unidad Neonatal del Hospital, que da apoyo y que permite a los profesionales hablar de la dificultad de atender a niños que mueren y de todo el proceso hasta llegar a este punto.
Se trata de dos grupos que se crearon hace cinco años, formados por médicos y personal de Enfermería, que se reúnen cada mes, para comentar situaciones y sentimientos relativos a la afectación personal de las situaciones de duelo.
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