Un nuevo sistema inteligente permite
monitorizar el dolor que sufren los neonatos
ingresados en la UCI. El programa ha sido desarrollado por un joven enfermero,
Josep Oriol Casanova, de Urgencias en Pediatría de Reus.
Casanova investigó en su tesis doctoral cómo objetivar en un monitor el dolor que sufren los bebés que sólo saben moverse y llorar. Para determinar el dolor se basó en parámetros objetivos como la saturación del oxígeno, respiración y movimiento facial.
“Es la primera tesis de la Rovira i Virgili en la que participan Ingeniería Informática y Enfermería a la vez, pero yo quería que mi tesis tuviera realmente esa doble contribución social y científica”, ha el enfermero a
La Vanguardia.
Su herramienta informática,
Apanicu 1.0 (Automatic Pain Assessment Neonatal Intensive Care Units), es capaz de identificar hasta
12 niveles de dolor. Este programa mide los parámetros de control habituales en la UCI (frecuencia cardiaca, tensión arterial, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno) y los cruza con los registros de un micrófono y una cámara que otorgan un valor determinado al movimiento del rostro y las extremidades del recién nacido. A estos datos se une un registro del volumen, intensidad y frecuencia del llanto.
“Padecer dolor intenso y repetido en los primeros días de vida puede tener consecuencias futuras”, ha explicado Casanova, quien también ha recordado que en 2013, en España, hasta el 41,2 por ciento de niños hospitalizados padecía dolor. Además, ha subrayado que el 87,5 por ciento de procedimientos invasivos se ejecutaron sin ningún tipo de analgesia y que el 61 por ciento de los profesionales que trabajan en una UCI no utiliza escalas de valoración del dolor.
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